linaje de cazador

67 11 0
                                    

- Para.- grité mientras que me despertaba sobresaltada. Jimin había logrado colarse en mis sueños y convertirlos en pesadillas. 

Aún sentía su mano en mi garganta, desde el comienzo supuse que solo era un chico de pandilla... tal vez alguien peligroso, pero no un asesino. No obstante, mi percepción hacía él había cambiado, ahora le tenía miedo. Agarré mi teléfono y miré la hora, aunque solo mirar por la ventana me hacía saber que aún no había amanecido.

No lograba dormirme, no al menos sin que su rostro y sus ojos aparecieran, por lo que me levanté y me quedé mirando la ventana. Tal vez en un punto de mi mente esperaba encontrar a ese lobo frente a mí. Al no estar allí, bajé a la cocina a por algo de agua cuando vi una luz encendida, provenía de un cuarto. Agarré el vaso lleno de agua y caminé hacía allí, cada paso que daba la luz se hacía más notable.

- Tenemos que contárselo.- respondió mi madre a mi padre.

- No queríamos este futuro para ella. Esa es la razón por la que huimos.

- Pero ahora regresamos, porque nadie más que nosotros podemos hacernos cargos de esto. Maldita sea James.- sin duda se trataba de algo grave, mi madre solo usaba el nombre de mi padre cuando estaba furiosa.

- Pero ella escogerá.- contestó tras unos segundos.

- ¿Escoger sobre qué?- abrí la puerta, pero al instante me detuve. Mis ojos se clavaron en aquel lugar lleno de armas y de balas. 

Al verlos allí de pie me pregunte que era todo eso. Presentía muerte, dolor y desesperación de aquel lugar. Sin duda había secretos en nuestra familia, secretos que tal vez eran mejor no saber.

- No queríamos que te enteraras de esta manera.- contestó mi madre tras caminar hacia a mí.

- ¿Qué es todo esto? ¿Qué sois?- pregunté, hasta ahora sabía que ambos habían estudiado mitología y eran profesores de universidad o al menos eso eran hasta el día que regresamos.- ¿Hay una razón por la que regresamos? Porque sé que he vivido aquí antes. ¿Por qué me mentisteis?- pregunté.

- No lo recordabas. Así que pensamos que era lo mejor pero al regresar debimos saber que Gabi y Taehyung te reconocerían. Ellos eran tus amigos de la infancia.

- Quiero saber todo ahora mismo y por favor fuera de esta sala. No quiero ver las armas.- respondí antes de salir de allí.

- Vamos al despacho.- mi padre me agarró del brazo y me guió hasta un despacho que tampoco había visto antes.

- Hablar.

- Hace millones de años nuestro pueblo se plago de lobos, pero esos lobos eran también humanos.

- ¿Me estáis hablando en serio? Me estáis diciendo que los licántropos existen y que vosotros sois cazadores.

- Tú abuelo se hizo cargo pero al morir él, el linaje continúa. Ahora yo tengo el deber de hacerlo.- respondió mi madre tras enseñarme su antebrazo. Tenía rama de cerezo en el centro del antebrazo.

El linaje del alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora