Despedida II

63 10 0
                                    

Me monté en el coche y después me volví a poner los cascos mientras que veía como iba a regresar a mi anterior vida, pero esta vez estaría sola, de solo pensarlo mis lágrimas volvían a salir y las canciones que escuchaba no parecía ayudarme demasiado. Íbamos a salir del pueblo cuando pude ver a Jimin, por unos segundos nuestras miradas se cruzaron, por lo que al instante limpié mis ojos y desvié mi mirada.

Sin duda iba atesorar esos momentos con ellos, no podía regresar siendo la persona que era ahora, así no les podía servir, así solo sería una carga. Eso ocupaba mi cabeza y mucho más después de haberme enfrentado a Jimin y haber tenido que necesitar ayuda de Kobu. 

Por alguna razón quería volver a verle, sentía que había buenos momentos entre nosotros y que aún nos quedaban por vivir. Aunque tenía claro que Jimin pesé a su atractivo, pesé a que en un primer momento me llamó la atención, ahora solo sentía miedo y odio hacia él.

- Cuídate.- expresó mi madre tras salir del coche y abrazarme.

- Nos llamaremos todos los días.- expresó mi padre tras abrazarme.

- Tener cuidado.- contesté tras abrazarlos aún con más fuerza.

- Lo tendremos... aunque somos los mejores cazadores de la región. Vete antes de que nos podamos dejarte marchar.- volví abrazarlos y después me marché hacía el interior del aeropuerto. 

Sin duda jamás olvidaría su rostro empapado en lágrimas, sus corazones se estaban partiendo tanto como el mío por dejarme marchar, por tener que separarnos. Sin embargo, tampoco lograría olvidar el dolor de separarme de las personas que más amaba y a la vez que más necesitaba. 

Tan solo tenía 17 años en aquel momento, estuve obligada a marcharme por el legado de mi familia, por el simple hecho de que los seres sobrenaturales existían y como bien es sabido siempre hay un cazador que debe mantener el equilibrio entre depredadores y presas.

Por eso nuestro apellido era el que era... éramos Arians, que en Galés significaba plata. Éramos el instrumento necesario para matar a un licántropo y a fin de cuentas, ese era nuestro más preciado tesoro, nuestra misión, nuestro legado.

Holaaa, deciros que a partir de aquí comienza algo así como una segunda parte, es decir el presente, espero que os guste 😘😘😘

El linaje del alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora