Manada

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Rápidamente me duché y me vestí cuando me asomé a la ventana, al ver aquel lobo de ojos rojos agarré mi bolso y corrí escaleras abajo.

- Ivonne, ¿A dónde vas?- preguntaron mis padres al verme, pude ver que ellos también habían llorado y que esa despedida también les dolía. Mis planes ahora habían cambiado no planeaba escapar de mi destino, sino convertirme en lo que querían de mí.

- Voy a ver a Gabi.- mentí para que me dejaran marchar.

- Ten cuidado y no te acerques al bosque.- expresó mi madre.

- Sí.- salí de la casa sin mirar atrás. Fui hacia la parte trasera de la casa, ahí lo volví a ver. Sus ojos me estaban analizando y tras haberlo hecho comenzó a caminar, por lo que lo seguí. Sin pensarlo comenzamos a introducirnos dentro del bosque, de vez en cuando volvía a mirar para asegurarse de que lo seguía.

- Para... ¿Qué es lo que quieres de mí?- grité al instante. Mi garganta dolía debido a lo que había pasado horas antes, por lo que me llevé mi mano a la misma. Simplemente me miró y después continuó caminando.

- Maldita sea. Contéstame.- en ese momento comencé a llorar por todo lo que estaba pasando. Hace un día parecíamos una familia feliz y ahora... no podríamos volver a vernos. Me agaché cuando comencé a sentir su pelaje a mí alrededor, levanté mi cabeza y le encontré intentando consolarme.

- ¿Por qué haces esto? Se supone que somos enemigos.- respondí antes de alzar mi mano y acariciar a aquel lobo. 

Volvió a caminar por lo que rápidamente comencé a seguirle, aún estaba oscuro por lo que comencé a mirar hacia todas partes. El caminó comenzó hacer un poco más empinado y a la vez peligroso, por lo que comenzó a mirarme con más frecuencia. Cuando pasamos ese tramo me quedé mirándole durante un instante.

- ¿Vuelves a por más?- al instante sentí como me golpeaba por lo que me derribó al suelo.

- ¿Por qué me odias tanto?- pregunté tras volver a levantarme.

- Odio a todos los que son como tú.

- Jamás te hice nada.

- Ni siquiera sabes nada, esto no es tu patio de recreo, este es nuestro hogar y volverá a serlo. Echaremos a todos los que son como tú.- me agarró de mi camiseta y después me arrojó un tanto lejos.

- No dejaré que te acerques a mi manada.

El linaje del alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora