Durante años creí que estaba muerta, mi niña interna la que se encargaba de hacerme amar y buscarle el lado bueno a las cosas, la había asesinado. Pensé que no quedaba ni el mínimo rastro de ella, pero cuando te conocí, entendí que sólo dormía.
Me e...
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"Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos para los demás, que al final nos disfrazamos para nosotros mismos".
—François De La Rochefoucauld.
RAILANEVICINI.
Un labial rojo posaba en mis labios cubriendo los leves cortes que se habían alojado allí gracias a la resequedad, mi cabello corto lo había atado en un moño bajo con flequillos delante y me vestí con unos jeans negros, un abrigo de terciopelo rosa viejo y unos tenis del mismo color:
—Me veo horrible —susurré muy bajo mirándome al espejo, pero aun así mi tía me escuchó.
—Eso no es cierto, estás muy hermosa y te ves diferente deberías vestirte así más seguido.
—Parezco hembra —dije paradójicamente y ella me miró con cara de confusión quizás pensando "Pero eso es lo que eres" —O sea —procedí a explicar, —Sabes que me gusta mucho el estilo de hombre, entonces el estar vestida así me hace sentir muy femenina.
Ella asintió riendo y después me pasó mi mochila donde yacían mis útiles.
—Pórtate bien mi niña —dijo poniendo su barbilla sobre mi hombro izquierdo y mirándome a través del espejo mientras sonreía—. Haz muchos amigos, distrae tu mente, conoce cosas nuevas.
—No empieces tía —hablé recogiendo la ropa que habíamos sacado de mi clóset.
—Rai, estoy hablando en serio. Hay muchas cosas hermosas fuera de esta casa y este mundo de narcotráfico, la vida es bonita date la oportunidad de conocerla, te pueden interesar muchas cosas.
La miré fijamente a los ojos y permanecimos en silencio unos segundos:
—Sabes perfectamente que es lo único que me interesa hacer en esta vida, luego de ahí veremos qué pasa —espeté y tomé mi celular. —Ya me voy —avisé y me acerqué a ella para besar su frente.
—Cuídate mucho, que tengas un excelente día.
Salí de mi habitación y bajé las escaleras. Papá no estaba en casa ya que se encontraba en la drugkitchenprobando nuevas mercancías para hacer negocios con gente de República Dominicana, por lo que no me iba a llevar a la universidad sino uno de nuestros escoltas.
Salí de la casa para ir al auto, pero pasé antes por la jaula de mis perros, Akon y Akira de raza Pastor Alemán. Los perros más tiernos y que me hacían pasar hermosos momentos. Me acerqué a la jaula y me agaché para llamarlos y hacer que vengan a mí, ambos tenían la cabeza ancha y con forma de cuña, el negro de sus ojos expresa seguridad y mucha confianza, sus dentaduras blanquecinas, fuertes y sanas, tan filosas como si de una tijera se hablase. Ambos eran más largos que altos, mostrando sus largos y suaves pelajes, Akon negro y Akira amarillenta. Papá me los regaló hace 2 años, son pequeños de edad, pero grandes en tamaño y muy bonitos. Les puse así por nombre porque Renesme una vez me contó que le llamaría así a alguna perrita que llegase a tener, Akira, luego yo decidí ponerle Akon al varón para que tengan cierto parecido.