Epílogo

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"La vida es lucha y tormento, decepción, amor y sacrificio, atardeceres de oro negro y de tormentas"

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"La vida es lucha y tormento, decepción, amor y sacrificio, atardeceres de oro negro y de tormentas".

—Laurence Olivier

RAILANE VICINI.
Una semana después:

Salí del baño y vi a mi tía sentada a la orilla de la cama con sus brazos cruzados, su cara daba a mostrar mucha preocupación y ansiedad. Estaba más nerviosa que yo. Se puso de pie sin dejar de verme esperando una respuesta de mi parte la cual no sabía si sería buena idea dársela. Suspiré dejando salir todo el aire por la boca, muy cansada de esta horrible vida, anteriormente había escuchado la ridícula teoría de que Dios no les da a sus hijos cargas que no pueden llevar, pero Dios a veces se pasa un poquito.

Bajé la cabeza, pero al instante la levanté y mi vista se perdió en aquella foto que colgaba en mi espejo, una foto mía y de Marce la cual ella había tomado aquella vez cuando le dimos el golpe a Quintanilla con el cartel de Afganistán:

Flashback:

Cerré los ojos por unos segundos hasta que la luz de un flash me hizo abrir los ojos de repente y en ese momento aquella luz volvió a aparecer, miré a Marcella quien era la que tenía su celular con la cámara abierta mientras nos capturaba:

—¿Qué haces estúpida? —cuestioné irritada mientras me cubría el rostro.

—Ordeñando unas vacas ¿acaso no lo ves? —contestó sarcásticamente y la fulminé con la mirada. —¡Sonríe Rai! —exclamó y antes de que yo pudiese reaccionar volvió a tomar otra foto.

—Guarda eso —ordené.

—¡Eres tan amargada! ¿Cómo vas a tener un novio con esa actitud? —dijo guardando el celular.

Rei. —Lo que menos me interesa es tener novio —aseguré asintiendo.

—Porque lo único que te interesa es tu droga, dinero y matar a Quintanilla —comentó y asentí luego de levantar los pulgares.

Fin del Flashback.

Esbocé una sonrisa y pasé la mano por mi cabello peinándolo hacia atrás, había veces que la recordaba con sonrisas por los buenos momentos que pasamos y por todo lo que me hizo reír, pero mayormente también lloraba por la falta que me hacía, porque era la única persona que se había quedado a mi lado a pesar de mi perniciosa personalidad.

Las lágrimas automáticamente comenzaron a salir mojando mis mejillas y nublando mi visión, eran demasiados problemas y demasiado dolor solo para mí, ¿qué rayos habré hecho en mi otra vida para estar pagando por esto?

—¿Hay noticias de papá? —cuestioné deseosa de escuchar un sí, pero ella negó y eso me derrumbó.

Hace 4 días papá había desaparecido, salió a verse con unos colegas de Moscú, pero según nos informaron él nunca llegó a verse con ellos. Han sido 4 horribles días donde no he dormido ni he parado de llorar, no he hecho otra cosa más que buscar a papá hasta por debajo de la tierra. Las noticias eran repetitivas hablando acerca de eso y la policía lo estaba buscando, pero esto era problemas de carteles y la policía es muy novata en esto por lo que yo debía hacerme cargo, algo me dice que Quintanilla tiene que ver, pero ni siquiera sé en la ratonera en la cual está metida, no hemos recibido ni una llamada, ni un mensaje, nada.

NarcotraficantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora