"Corazones tenemos todos, solo que algunos más rotos que otros".
—Irene X
RAILANE VICINI
Un año después.
FLASHBACK:Subí con frustración a mi habitación mientras sentía la ira recorrer mi cuerpo, traté de controlarme y respirar, pero sentí como mis ojos empezaron a picar informándome que estaba a punto de llorar sino me calmaba. Respiraba con dificultad mientras veía mi pecho subir y bajar. Llevé mi mano derecha a la cadera y me pasé la mano libre por el cabello. Sentía como me estaba destrozando poco a poco, quería calmarme, pero es increíble como tu mente puede llegar a ser tu peor enemigo. No aguanté más y me acerqué al pequeño escritorio que tenía en una esquina de mi habitación donde había planos e ideas acerca de cómo iba a ser el ataque, duré tanto tiempo planeando esto para que el tiro me salga por la culata. Tiré todo lo que estaba allí al piso y rompí los planos y todo tipo de hojas que se encontraba sobre el escritorio, no me bastó para sacar la rabia que tenía por dentro y tomé mi pistola, la magree y comencé a disparar hacia cualquier punto de mi habitación.
Escuché fuertes pasos provenientes de la escalera, pero no les presté atención, cuando se agotaron las balas tiré el arma a un lado y corrí hasta la pared donde me imaginé la cara de aquel hombre y comencé a golpearla, una puñetada tras otra, la furia no me permitía sentir el dolor en los nudillos y tampoco era como si me importase, el dolor interno superaba en todos los sentidos el dolor externo, por lo que continué pegándole sin importarme el daño que me estaba haciendo.
Escuché un disparo que me hizo voltear para ver qué pasaba y vi el plomo de mi puerta salir disparado hacia el piso, pero al ver a papá entrar pude tranquilizarme:
—¿Me puedes explicar qué es todo esto? —preguntó enojado y vi cómo dos de sus escoltas llegaron detrás de él.
—¿Cómo que qué es esto? ¿Te parece poco que Quintanilla se me escapara teniéndolo ya en mis manos? —grité confundida mientras trataba de no quebrarme allí, frente a ellos.
—¡Lo sé Railane! —exclamó acercándose a mí—. Pero no es motivo para hacer todo lo que estás haciendo.
—¿Cómo eres capaz de decir eso?, ¿eh? Mató a tu hija y a tu esposa, ¡las mató!
—¡Yo no necesito que me recuerdes lo que ya sé! —me gritó y por un momento me asusté, bajé la cabeza para recibir los reclamos de él por mis rabietas y haber desperdiciado tantas balas sabiendo que él siempre me ha dicho que un arma solo se usa cuando es necesario y que las balas no se desperdician.
Hubo un momento de silencio, pero yo no iba a subir la cabeza para ver los ojos de papá, solía transmitirme miedo cuando estaba muy enojado.
—Yo no estoy feliz de que se nos haya escapado ¿O parece que lo estoy? —habló y el sonido de su voz al quebrarse fue suficiente para yo oír otro "crac" en lo que quedaba de mi corazón.
Él sollozó y me eché la culpa por ello, por haberle hablado y comportarme de esa manera. Él tampoco está feliz por lo que pasó, él es el más afectado, pero sabe controlarse, yo no. No lo pensé y corrí hasta él, lo rodeé con mis brazos y puse mi cabeza en su pecho para segundos después sentir como él me correspondía.
—Perdón —susurré.
—Me debes 10 balas —habló luego de sorber su nariz y reí por lo bajo. Papá siempre decía cosas graciosas en momentos inoportunos y en momentos tensos para hacer todo más relajante.
Lo miré sin soltarlo y suspiré, él besó mi frente y se quedó mirándome. Pude notar como sus ojos se tornaban vidriosos. Me imaginé lo que estaba pensando en este momento, en que Renesme y yo éramos idénticas, era lo que siempre me decía cada vez que se me quedaba viendo de la manera en la que en este momento lo hacía.
Ha sido muy duro este año sin ella y sin mamá, aún dolía como si fuese ayer. Había intentado seguir adelante sin pensarlas tanto, tenerlas como un bonito recuerdo y no como un recuerdo martirizante de que ellas estaban muertas por yo no haber llegado a tiempo para salvarlas y por esta vida tan espantosa gracias a papá. Anteriormente había imaginado como habrían sido los últimos segundos de vida de mamá, pero el imaginarme los de Rene me partía el alma. Quizá mientras la violaban deseó una y otra vez ver aquella puerta abrirse para que alguien la rescate, quizá su último pensamiento fue ¿Qué sería de su hermosa familia feliz sin ella? o ¿Por qué nadie la salvó? Sentí una punzada en mi pecho y un cosquilleo en mis mejillas, estaba llorando:
—Renesme y mamá están feliz al ver como Rai venga su muerte —susurró papá alentándome, más de una vez le conté lo que pasaba por mi mente en cuanto a Rene.
—Me duele mucho acá —comenté tomando su mano y llevándola a mi pecho—. Es muy horrible papá. Saber que si hubieses sido un poco más rápido pudiste evitar que te pase algo catastrófico. No es lindo vivir con el corazón hecho añicos y no digo que tú no lo tengas así, pero lo que sentí en aquel momento al ver a mi hermana tirada allí como si fuera la peor persona del mundo, como si fuese un animal, no tiene nombre. Era una niña. Y el ver a mamá ¡uff! Ni te imaginas—. Dije luego de haberme alejado de él, necesitaba explotar, vi como sus escoltas se retiraron y él se prestó para oírme como siempre lo hacía. —Ese día, antes de tú llegar, lloré como nunca, lloré porque sentí como la vida de mi hermana y la de mamá se me escaparon de las manos como granitos de arena. Y aún luego de 1 año me siento como un zombie, un cuerpo sin alma. No duermo, no me cuido, no como. Mi corazón ya no puede más con tanto dolor, hoy en día entiendo la frase que dice "Hay gente que muere a los 16 pero no los entierran hasta que tienen 75", yo morí a los 16.
—El tiempo...
—Ni se te ocurra —lo interrumpí levantando mi dedo índice—. De todas las frases que odio, "el tiempo lo cura todo" y "todo estará bien" son las que menos tolero. ¿Cuánto se supone que tenga que esperar para que el tiempo sane mi corazón? —cuestioné y él se quedó callado—. ¿Ves que no tienes la respuesta? Cuando yo mate a Quintanilla quizás tenga la posibilidad de irme lejos de todo esto, empezar de cero porque me sentiré libre —dije en medio de un suspiro y me acerqué a él.
—Estás muy frustrada con todo esto Rai, tienes una sed de venganza que, si no tratas de controlarla ahora, luego te hará daño.
—advirtió papá mirándome con lástima.—Mi sed de venganza será saciada cuando Quintanilla este de rodillas ante mi suplicándome que lo perdone.
—No quiero que sigas con esto —habló con seriedad —déjame resolver las cosas yo.
—No te estoy pidiendo permiso para hacerlo, lo haré estés conmigo o no. Te prometí a ti, a mamá y a Rene que yo misma iba a matar a la persona que se encargó de destruir nuestra familia y eso haré.
FIN DEL FLASHBACK.
💣
Muchas cosas serán explicadas en los próximos capítulos, ya podrán entender el porqué de los flashbacks.
PuelloG.
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Narcotraficantes
AléatoireDurante años creí que estaba muerta, mi niña interna la que se encargaba de hacerme amar y buscarle el lado bueno a las cosas, la había asesinado. Pensé que no quedaba ni el mínimo rastro de ella, pero cuando te conocí, entendí que sólo dormía. Me e...