"Creo que tengo miedo de ser feliz, porque cuando llego a estar muy feliz, siempre pasa algo malo".
—Charlie Brown.
RAILANE VICINI
—¿Quién te enseñó a cocinar tan delicioso? —cuestionó Ezra comiéndose lo poco que quedaba de su carne.
Reí y contesté—: Mi mamá.
—Me gustaría conocerla algún día.
Rodé los ojos. Sí, claro. Me comí la última carne que quedaba y me bebí la salsa golden blue que sobró. Había venido con Ezra a su casa, quien insistió mucho en la universidad para que lo acompañe y al parecer habló con Marcella para que me insistiera también y no tuve de otra.
Flashback.
—Buenos días mi querida iceberg —susurró Ezra en mi oído y levanté la cabeza de golpe de la mesa.
Abrí los ojos poco a poco y miré a mi alrededor, estaba en el aula donde me tocaba la primera clase del día. Llegué muy temprano y no había gente, pero ahora había unos 20 alumnos aparte de Ezra y yo, dormí bastante. Lo miré y esbocé una sonrisa. Tenía un abrigo blanco con una bermuda jeans y unos pumas blancos:
—Que guapo —susurré y él me miró extraño, en ese momento me di cuenta de que había pensado en voz alta.
—¿Que dijiste? —preguntó sacando sus cuadernos sin dejar de verme.
—Que... que, que temprano —dije rápidamente mirando mi celular y él rio.
—Te estas descongelando poco a poco mi querida iceberg, eso me agrada —comentó girándose frente a mí para poner sus codos sobre sus rodillas y asentar su cabeza en sus muñecas.
—Estás demente —contesté rodando los ojos.
—Tú también estás muy guapa —aseguró mostrando su sonrisa.
—Dime algo que no sepa.
Se rió. —¿Te gustaría ir a mi azotea hoy? —ofreció y lo miré.
—Tengo cosas que hacer —contesté negando con la cabeza.
—No mientas, bombón —insistió—. Sé que mueres por regresar porque sé que te encantó estar ahí.
—¡No seas ridículo! —exclamé riendo y él cruzó sus manos en forma de súplica—, Esta bien —dije rendida y el dio repetidos aplausos como un niño.
Fin del Flashback.
Él había decidido ir a comprar carnes para hacer de cena, pero en el momento de cocinarlas me motivé y la hice por él. Con una cuchara reuní toda la salsa sobrante para comerla, estaba exquisita. Mamá me había enseñado a hacerlo cuando tenía 14 años y luego de ahí me volví experta. Dejé la cuchara a un lado junto con el plato y me recosté en el sofá para mirar al cielo, estaba despejado. Volví a mirar a Ezra quien me estaba mirando detenidamente quien sabe desde cuanto tiempo:
ESTÁS LEYENDO
Narcotraficantes
RandomDurante años creí que estaba muerta, mi niña interna la que se encargaba de hacerme amar y buscarle el lado bueno a las cosas, la había asesinado. Pensé que no quedaba ni el mínimo rastro de ella, pero cuando te conocí, entendí que sólo dormía. Me e...