Durante años creí que estaba muerta, mi niña interna la que se encargaba de hacerme amar y buscarle el lado bueno a las cosas, la había asesinado. Pensé que no quedaba ni el mínimo rastro de ella, pero cuando te conocí, entendí que sólo dormía.
Me e...
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"¿Por qué debemos preocuparnos por lo que los demás piensan de nosotros, tenemos más confianza en sus opiniones que en las nuestras?"
—Brighan Young.
RAILANE VICINI
—¿Quién más sabía del encargo? —pregunté pasando la mano por mi cabeza.
—Supongo que nadie más que su padre, su tía y usted —contestó el marinero.
Suspiré con frustración y llevé mis manos a mi cintura para caminar de un lado a otro. Esto no podía estar pasando. Me di la vuelta y me acerqué al marinero para mirarlo fijamente a los ojos:
—Si me estás mintiendo te voy a matar —lo amenacé señalándolo.
—¿Cree que si yo hubiese querido que la marina me encuentre yo habría arriesgado mi vida? No —explicó teniendo razón—. ¿No se lo habrá comentado usted a alguien, o su tía o el señor Vicini?
Me quedé mirándolo mientras trataba de recordar si en algún momento había dicho algo comprometedor a alguien que estuviera cercano a mí en estos días, pero no recuerdo haberlo hecho. Solo papá, mi tía y yo sabíamos de este encargo a Rusia.
—Piense bien señorita.
Flashback:
—Rai, acuérdate que tenemos que concluir lo de la mercancía que saldrá para Rusia, el marinero está aquí.
La miré con el ceño fruncido ¿Por qué había dicho eso frente a Marcella? A pesar de que ella había aceptado trabajar con nosotros no nos podíamos dar el lujo de hacerla participe de todos nuestros trámites porque sería un riesgo.
—¡Wao a Rusia! —exclamó la última mencionada. —Tienen negocios con gente grande.
Rodé los ojos y fulminé con disimulo a mi tía la cual se percató de ello.
—¿Cómo le hacen para que no se dé cuenta la marina? Deberías enseñarme eso también Railane.
—No te importa eso Marcella, no estás aquí para eso. Ya puedes retirarte —ordené y ella se sorprendió por mi cambio de humor.
Fin del Flashback.
Cerré mis ojos despacio al mismo tiempo que cerraba mis puños, mordí la parte interna de mis mejillas y mi respiración se tornó pesada.
Una razón más para ni siquiera intentar confiar en alguien.
Anoche a las 1 de la madrugada salieron 10 kilos de cocaína pura para Rusia, los cuales serían recibido por el cartel de Moscú. Sin embargo y según me cuenta el marinero, la policía marítima lo había detectado por los radares y estaban allí justo antes que él, como si lo estuvieran esperando. Eso me daba a entender que alguien le había comentado a la policía acerca de la entrega de nuestra mercancía.
