Capítulo 15

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"No dependas de alguien más para ser feliz y para valorarte

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"No dependas de alguien más para ser feliz y para valorarte. Sólo tú puedes ser responsable de eso. Si no puedes quererte y respetarte a ti mismo, nadie podrá hacer que eso ocurra."

—Stacey Charter.

RAILANE VICINI

Terminé de comer mis hamburguesas y me quedé observando unas imágenes en mi celular hasta que llegara la hora de la próxima clase. En ese momento sentí como alguien se sentó a mi lado y rápidamente levanté la cabeza para ver aquel personaje. Ezra. Estaba muy apuesto hoy, no lo veía desde aquella vez que vi el moretón de su ojo el cual ya ni se marcaba, tenía su barba recortada, como siempre, lo cual se llevó toda mi atención al igual que su cabello bien peinado, Ezra cumple con mis expectativas de hombres, siempre recortado y oloroso, lástima que sea tan, pero tan estúpido.

—Buenas tardes, bombón —saludó luego de mostrar su hermosa sonrisa. Rodé los ojos para no mirarlo, ya no le mencionaría más lo de "bombón" porque al parecer eso lo incita más a hacerlo—. Estás hermosa hoy.

—¿Ahora te das cuenta? Estoy hermosa todo el tiempo —espeté con egocentrismo.

Él se quedó mirándome por unos segundos a lo que yo me quedé viendo el celular restándole importancia a su mirada y a su presencia.

—Comienza a gustarme tu humor, eres muy extraña ¿Sabes? —habló y lo miré alzando una ceja ¿Qué le pasaba hoy? —Es una combinación de sarcasmo con apatía, frialdad y egocentrismo.

—¿Y qué tiene eso de bueno para que a ti te guste?

—Que tengo esa certeza de que detrás de ese corazón frío hay una niña muy tierna con muchas ganas de ser amada.

Lo miré con seriedad por unos segundos hasta que no pude aguantar más y me exploté en risas mientras él me miraba serio.

—Ocupas el puesto número uno entre los más ridículos del mundo, debes estar orgulloso —dije aún riendo—. —Siento tanta vergüenza ajena por ese comentario, pero tranquilo no le diré a nadie que dijiste esa estupidez.

—Y tú ocupas el puesto número uno entre las más hermosas —aseguró.

—Déjame en paz ¿Sí? No intentes coquetearme que a mí no me funciona eso.

—Eso lo comprobaremos —comentó y rodé los ojos —¿Por qué no estabas viniendo a clases?

—No es de tu incumbencia —respondí poniendo los ojos blancos y añadir—; Veo que te mejoraste del ojo.

—No es de tu incumbencia —me imitó y bufé.

Ninguno volvió a decir nada, Ezra sacó un cuaderno y un libro y comenzó a copiar no sé qué cosa, a lo que yo tenía mi vista perdida en el celular.

NarcotraficantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora