LA VERDAD DE MI PASADO

capítulo 52

Corporación Cápsula, en el pasado

El tiempo transcurrió desde esos días de batallas desesperadas, días de enemigos que se repitieron fueron quedando solo como un recuerdo que pocos en la familia Briefs se preocupaban en rememorar, en cambio los muchos eventos memorables que se dieron en esa casa sí se recordaban con alegría, así como el nacimiento de Trunks, el día que Bulma pudo presentarse como la esposa de Vegeta, el día que pudo celebrar su primer aniversario, eran muchos los días que la científica atesoraba que a veces ya se le olvidaban tantos momentos llenos de brillo. Bulma guardaba en su corazón cada alegría y también en sus muchos diarios, eran su testimonio de toda una vida, una realidad que construía junto a un hombre al que amaba mucho. Pero el tiempo transcurrían y tanta calma podía amenazar con el tedio de la rutina.

Fue un día en que Vegeta se preparaba para su rutinario entrenamiento, un día que auguraba ser igual a los otros, observó la delicada silueta de su esposa despertar y quejarse por lo temprano de la hora, ella tomo su bata dispuesta a hacer que su esposo tuviera un desayuno apropiado, estiraba sus brazos níveos mientras bostezaba camino al baño, fue en ese momento que Vegeta lo noto: era casi la misma imagen de la mujer del futuro, esa forma de moverse lento y elegante, con su cuerpo balanceándose de forma deliciosa como intentando distraerlo, su sensualidad innata, todo, todo estaba ahí!! Incluso la forma en que guiño un ojo al decirle que ni se le ocurra irse... casi era ella! Claro que había sido la misma todo el tiempo, pero después de tantos años podía volver a ver a la primera Bulma que conoció, la que le robo el sueño muchas noches, a la que hizo sufrir tanto. Con horror el príncipe pensó que ella podía ir al pasado en una fecha próxima y vivir todo ese infierno que él dejo que sucediera, no podía permitir eso, debía protegerla, pero cómo? No sabía de qué forma exactamente ella viajo al pasado, ni cuando, Vegeta se maldijo otra vez por no haber interrogado más a la otra Bulma. Que torpe y descuidado! Como podía protegerla entonces? Se sujeto la cabeza hundiendo sus dedos en la piel y sacudió la cabeza como si doliera despeinando su salvaje cabellera, cómo iba a protegerla? Como iba a salvarla de sí mismo?

Sin que lo notara Bulma salió del baño, sus ojos azules se abrieron con espanto al pensar que su príncipe sufría de algún dolor o enfermedad y corrió a su lado, Vegeta reacciono al sentir sus manos, al oír su voz llamando con angustia, abrió los ojos para convencerse que ella estaba bien, la abrazo con desesperación mientras Bulma no entendía que sucedía, pero abrazo a su hombre tratando que este se calmara para poder hablarle, pasaron los minutos en los cuales Vegeta tomo una decisión: no importaba lo que sucedería, él no se alejaría de su humana, la cuidaría hasta el cansancio de ser necesario. Cuando al fin se separaron, Vegeta inventó la excusa de una pesadilla con su Bulma. La científica supo que algo había de mentira en esa afirmación, pero también que la desesperación del príncipe era auténtica, lo miro a los ojos tratando de descubrir la mentira, pero solo encontró la decisión inamovible en ellos.

Bulma aún se encontraba preocupada por él, pero sus dudas pasaron a segundo plano cuando él la beso, con tanto cariño y ternura haciéndola rememorar el calor de los primeros besos. La envolvió en otro abrazo pero este era tan complaciente que Bulma no quiso desprenderse, continuaron besándose y besándose, acariciando sus rostros y aprovechando que aun era temprano se quitaron cada prenda de ropa para que el príncipe pudiera olvidar su desesperación. Se cubrían de caricias y mimos, sonreían al verse tan próximos, descubrían una vez más lo mucho que les gustaban las atenciones del otro, saboreaban sus pieles y se llenaban de júbilo al hacerlo, era como estar en un mundo paralelo, un mundo donde solo habitaban dos personas y eso hacía que el infinito fuera pequeño para tantas sensaciones. La luz del nuevo día solo incentivó a la pareja, sus ojos podían apreciar mejor los rostros, el sonrojo, las bocas que se movían para respirar, Vegeta susurraba el nombre de su amada mientras besaba su cuello, mientras se movía con vigor en su interior, incluso murmuraba su nombre entre beso y beso.