capítulo 33

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Un líder en plena campaña por apoderarse de un planeta debe ser frio, tomar decisiones precisas sin permitirse titubear. Así son educados aquellos que nacen para gobernar, aprender sobre la guerra es vital, saber cómo combatir es su camino a la estabilidad de su supremacía. Por eso el príncipe se vio claramente contrariado cuando la mujer se atrevió a darle una negativa semejante a una orden, tomó rudamente del brazo a Bulma para poder decirle sin sombra de dudas que su posición no le permitía expresarse así

– Hemos venido a exterminarlos a todos, no importa que, no importa cómo, todos deben morir

No fue intimidación lo que sintió la humana, ni tampoco ira, un dolor en el estómago se hizo presente impidiéndole alzar la voz por lo que su respuesta fue apenas audible – No puedo ayudarte a hacer eso, no me pidas que te ayude a matar gente, no puedo – Bulma comenzaba a temblar otra vez, se sujetaba la cabeza y negaba – no puedo, no puedo...

El príncipe no podía retroceder ni un centímetro en su postura, no en frente a sus subordinados, pero el malestar de la mujer lo ponía en una situación incómoda, una vena en su frente demostraba que su paciencia se estaba agotando incapaz de resolver el escenario o calmar el ambiente. Optó por sacarla de allí, la llevo a un cuarto contiguo y la encerró. Molesto volvía a su reunión con sus compañeros pero tuvo que admitir la fuerza de la mujer, ella podía dominar el ambiente, en un momento gano la atención de todos los presentes y también podía hacer surgir las emociones más contrastantes.

En su encierro Bulma temblaba como si tuviera mucho frío, no se encontraba nada bien, cuando Vegeta fue a verla ella casi ni se enteró que estaba en el mismo lugar o del tiempo que había transcurrido, de un solo golpe en el cuello el saiyajin la dejó inconsciente, la cargo hasta la nave que se encontraba en la salida de emergencia y la dejó para que durmiera hasta que salieran a atacar. Con esta información obtenida por la hembra su misión acabaría mucho antes de lo previsto, memorizaron el mapa de los túneles que estaban conectados con los cuarteles más grandes, luego se dieron un pequeño descanso que aprovecharon para comer, con esas expectativas tan buenas salieron al ataque, pero antes Vegeta fue a despertar a la ojiazul, la encontró en la misma posición que la colocó en el asiento, la sacudió un poco para que reaccionara, ella fue despertando con lentitud notando que le dolía el cuello

– Vegeta que paso? Ay mi cuello!

Vegeta la miro serio, le ofreció agua y un paquete de raciones que Bulma recibió medio dormida, viendo que la mujer estaba más tranquila le hablo con calma – mujer vas a quedarte aquí, si algo sucede comunícate conmigo, pero que ni se te ocurra salir de aquí

Bulma estaba aturdida y asintió – tardaras mucho?

– No creo que lo haga – "gracias a ti" pensó el príncipe y se marcho dejando a la humana sola, ella estaba atontada, el estrés la dejo hecha polvo, debió a sorbos lentos de agua y se mojó el rostro, al hacerlo vio la herida en su mano casi sin rastro, esto la animó, los cortes en su rostro también debían lucir así y se sintió afortunada de no quedar con cicatrices que le disgustaran al verse al espejo. Después de un rato su mente al fin recordó lo sucedido en la sala de control provocando que se le cayera la cantimplora, Vegeta en ese momento estaba masacrando personas, con pena junto amabas manos y rezó: " kami, por favor no se cuanto más pueda soportar, esto es demasiado inhumano!!" se sujetó la cabeza moviéndola negativamente, trato de no ponerse nerviosa y continuo con sus reflexiones "Por favor necesito volver a mi tiempo... si pudiera pedir un deseo..." los pensamientos de Bulma fueron más benévolos esta vez, la llevaron a otros momentos más felices con sus amigos buscando las esferas del dragón, se reía de sí misma recordando que su primer deseo era una dotación de por vida de frutillas, el otro deseo era encontrar a su príncipe... estaba tan distraída que ni por accidente se acercó a la ventanilla de la nave, un montón de gente armada se acercaba a la nave, Bulma al darse cuenta casi se cae del asiento, incorporándose apenas hizo lo único que podía – Vegeta! Vegeta! Están aquí! Me oyes?!

LA VERDAD DE MI PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora