En el presente
Cuando Goku llego ante el paisaje que conocía de memoria sintió esa vieja sensación de hogar, la sonrisa de Goten le alegró el corazón, sobre todo después de las palabras que su hijo usara para intentar calmar a Trunks, sin duda alguna su hijo era un niño maravilloso y le dolió pensar en lo poco que él colaboró para su formación, pero el pequeño volaba a su lado con esa sonrisa infaltable, ese radiante gesto lo hizo sentirse mejor, mucho mejor. Podía hacerlo mejor, podía entrenarlo, podían jugar, podía llevarlo a pescar, en definitiva podía hacer una infinita variedad de actividades con él. Llegaron a la pequeña casa, un delicioso aroma a comida hizo que sus estómagos crujieran, al cruzar la puerta un furiosa Milk los esperaba, llegaban tarde a cenar. Ni el mejor gesto de suplica logró que Milk detuviera el regaño, la pelinegra era totalmente consciente que alargar la espera para comer con semejante apetito que se gastaban esos dos era un buen escarmiento por dejarla esperando. Era un buen momento para repetir que esas actitudes por parte de un adulto eran un mal ejemplo para el pequeño Goten, cabizbajos los pelinegros escuchaban y solo podían asentir mientras oían a sus estómagos retorcerse por el hambre que crecía con el aroma que les llegaba desde la cocina. Solo y únicamente cuando los vio genuinamente arrepentidos Milk detuvo sus sermones, los llamó a la mesa y les sirvió una buena comida casera, padre e hijo sonreían otra vez, la sazón de la humana era magnífica para sus paladares, devoraron gustosos un plato tras otro hasta al fin sentir esa gratificante sensación del estómago lleno. Goten dio las gracias y se retiró a su habitación, de seguro su madre le tenía lista una tarea extra para completar por tardarse tanto en llegar. La pareja quedó sola en la mesa, Milk estaba satisfecha con el proceder de su hijo, pero aun estaba disgustada con Goku, no iba a ser tan indulgente con él, se fue a acostar presurosa sin darle tiempo a pensar, cuando el saiyajin se dio cuenta estaba solo en la cocina.
En el pasado, planeta Vegita
"La disciplina forma el carácter" cuantas veces había escuchado sobre los valores de una conducta ordenada en su joven vida, cientos de veces tal vez, Vegeta era un niño pero podía recordar cada palabra con la que le instruían día a día, sin importar el tiempo, sin importar el cansancio o las limitaciones, la preparación para hacerle frente al mismo universo no podía postergarse ni un solo día. Por eso el niño valoraba en exceso los minutos que disponía para él, sin constantes voces repitiéndole qué hacer, cómo dirigirse en batalla o lecciones de entereza propias de la realeza, acallar todo y poder despejar la mente, esos minutos eran una recompensa después de un día de agotadoras instrucciones, un tiempo de profunda quietud y de solemnidad ante el infinito, el universo sin límites pronto se abriría para él, un tiempo de serenidad era irremediablemente interrumpido por una insolente intrusa desconocida.
Con altivez se levantó, presto a representar el papel que había cumplido su vida entera. Aquello desconcertó a la humana, el infante la interrogó – quien eres tú? Por qué te atreves a acercarte tanto, no sabes en frente de quien estas?! –arrogante hasta los huesos el pequeño quitó la mano que pretendía tocarlo.
Lejos de asustar a la inoportuna esta se sorprendió, no esperaba encontrar tanto del hombre del futuro en un infante, pero ella había lidiado con ese temperamento por años completos, unas amenazas no lograrían inmutarla, en lugar de eso le causaron una alegría repentina, hacía muchos días que no escuchaba la voz del varón y oírla de nuevo le provocó una sincera sonrisa – solo he venido a ver como estabas, tu entrenamiento es severo – dijo con la mayor naturalidad.
El príncipe se desconcertó con la actitud de la mujer –cómo te atreves a tratarme con tanta familiaridad? Que eres, una nueva sirviente con poco sentido común? Estas estorbando, vete – la despachó con un gesto de mano.
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LA VERDAD DE MI PASADO
FanfictionBulma no mide el peligro cuando va detrás de los muchachos, sin pretenderlo ellos se dirigen directamente a una situación llena de problemas, esta vez un extraño artefacto envía a cada uno de los presentes a distintas líneas de tiempo, para los gu...