Para la ojiazul todo estaba muy claro: debía cortar de una buena vez su relación con su esposo. Él no había tenido la suficiente fe en ella, ella no tenía la menor idea sobre cómo era él, era simple, debía terminar con esa situación. Aunque trataba de no pensar en él, su nombre aparecía en cada página de su diario, algunas páginas enteras estaban destinadas exclusivamente para él, así que no pensar en su pareja le era imposible, pero a pesar de lo mucho que tuviera su presencia en su vida no se le pasaba por la cabeza el llamarlo o querer saber sobre él, su ausencia le brindaba una cierta calma, el encargarse de los niños le ofrecía un poco de calma también, el apoyo de sus padres le era indispensable y también le serenaba un poco, hasta retomar el trabajo le había causado un bienestar momentáneo, pero sin importar cuánto se esforzaba, algo le faltaba, había algo inconcluso, como un olvido que la molestaba con un recordatorio constante sin saber qué era, por eso creía que su ruptura definitiva era lo que estaba alargando sin ningún sentido y al verse libre al fin la calma sería ya completa.
El psicólogo le aconsejó no dar ese paso, al menos no tenía apuro en ello y podía bien darse unos pocos días más, su situación no debía alterarla sin más, estaba avanzando bastante bien y las prisas podían perjudicarle en lugar de hacerle bien. Con algo de molestia por la negativa Bulma decidió hacer caso a la sugerencia del psicólogo. El joven profesional ya estaba un poco preocupado, no por Bulma sino por él mismo, si bien este era un paciente que podía ser beneficioso para su carrera también podía ser peligroso tener a esta paciente. Después de todo lo que había escuchado no tenía duda de que la señora Briefs estaba involucrada con personas peligrosas y de moralidad dudosa, su mismo esposo podía ser miembro de la mafia por cómo la mujer describía su nivel de agresividad. Desde que esa verdad le daba vueltas por la cabeza el psicólogo estaba preocupado por su integridad y llevaba la terapia de la señora lo más distante y profesional posible.
Con la noticia esperando a ser revelada, Bulma debía lidiar con las mismas preguntas de su hijo mayor, debía lidiar también con las buenas intenciones de su grupo de amistades. En un inicio Milk no comprendía porqué de su repentino cambio de actitud, ambas compartían varias llamadas telefónicas ya sea para hablar de sus hijos o sus esposos, ahora apenas lograba que le contestara y brindara pocos minutos. Pero una vez enterada de su desafortunada travesía por el tiempo Milk se había propuesto ayudar a la ojiazul en cuanto pudiera, todavía estaba molesta con Goku pero había decidido dejar por el momento sus diferencias por el bienestar de Bulma, así como los demás después de ventilar los pormenores de su respectivos viajes tuvieron una notable mejoría en su diario vivir, eso era lo que la esposa de Goku quería para Bulma, pero sabía que ese sencillo deseo era difícil de realizar, bien sabía Milk lo mucho que le costó olvidar que Vegeta había intentado asesinar a su familia.
Por esto la preocupada Milk había decidido ir a visitar en persona la Corporación Cápsula, no una sino en varias ocasiones y por supuesto había acudido con su familia, nerviosa Bulma trataba de sonreír y atender a sus invitados. La científica no entendía qué era lo que le sucedía, en otro tiempo esas visitas la alegrarían, le gustaba pasar tiempo con sus amigos, pero algo le molestaba, había algo que le faltaba.
Si bien Bulma había dado una pausa muy larga en sus actividades sociales, la sociedad todavía tenía mucho que decir sobre ella, sobre todo cuando comenzaron a buscar información sobre cuál era el motivo real de sus visitas a un profesional en psicología. Esas continuas intromisiones perjudicaron algunas de sus sesiones cancelándolas, de tal modo que debieron continuar sus charlas en el interior de la misma Corporación cápsula. Para el joven psicólogo ser invitado a tan famoso y prestigioso lugar era una mezcla de sensaciones, entre algo de temor y curiosidad. Bulma hace poco había rememorado con sus propias palabras una malísima situación, el retorno de su primera misión, el terrible sabor de boca que le dejó el recordar a todas esas personas, familias separadas, los gritos de ayuda, todo le provocó un nuevo episodio de llanto en plena sesión, el psicólogo se mostró indeciso hasta que se convenció de que la mujer necesitaba un simple abrazo, con cautela se aproximó hasta sentarse a su lado para confortarla
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LA VERDAD DE MI PASADO
FanfictionBulma no mide el peligro cuando va detrás de los muchachos, sin pretenderlo ellos se dirigen directamente a una situación llena de problemas, esta vez un extraño artefacto envía a cada uno de los presentes a distintas líneas de tiempo, para los gu...