Capítulo 43: Tentación.

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Los dos estamos sentados en nuestra limusina de camino a Herel, después de salir del Karaoke.

Evelyn acuesta en mi hombro su cara y me abraza como si fuéramos pareja y no puedo decir que no me guste, me encanta estar cerca de ella así.

—¿Estás molesto conmigo hermanito por lo que hice hace unos momentos? —Si mi hermana supiera que, de alguna manera, últimamente me estoy sintiendo débil por ella, cuando la tengo cerca.

—Realmente no estoy molesto contigo, solo que no entiendo por qué te creíste eso de que ellos iban a hacer una orgía —La verdad no me puedo molestar en estos momentos con Evelyn, aunque quisiera, por una extraña razón algo me lo impide por dentro.

—Pero hasta cuando serás ignorante, Alberto ellos hablaban en serio —No me importa nada en estos momentos solo quiero estar cerca de mi hermana, mi cuerpo me lo pide.

—No lo creo esas chicas eran muy lindas, me niego a creerlo —Puedo oler el champú del cabello de mi hermana, que rico de alguna manera su piel morena junto a ese cuerpo estoy empezando a...

—Pues solo olvídalas a ellas, no perteneces a ese mundo y no quiero que vuelvas a decir que son lindas delante de mí —Debo controlarme es solo mi hermana, ¿qué está pasando conmigo?

—Hermana deja de hacerte la interesada como queriendo decir que eres mejor que esas chicas porque yo te conozco bien, eres una pervertida —Mi hermana me sonríe y me pasa su dedo por mis labios... Demonios Evelyn es diabólicamente tentadora.

—Y no lo niego, pero solo con el chico que me gusta, no con todos los hombres que se me cruzan en mi camino esa es la gran diferencia —Finge tener calor quitándose algunos botones de su blusa, puedo ver su brasier, lo sé me está tentando a ver hasta dónde llega mi cordura.

—Es cierto a quien quiero engañar esa parte tuya de tus encantos en la sexualidad con la que te expresas, me gusta por eso y quiero pedirte un favor —Debo ya decirle la verdad a Evelyn, de lo que siento por ella.

—Si claro hermano dime de qué se trata —Ahora se está mordiendo los labios ya casi no puedo más, aguantar la tentación de ella, soy un simple mortal delante de esta diosa de la provocación.

—Quiero pedirte que no salgas con algún chico por ahora en Herel, porque no lo soportaría, crees que estoy loco porque sé que lo estoy solo quiero que alguien más lo confirme —No quiero ver a Evelyn con un chico como yo estoy con Yolanda, ya que deje de ser una persona normal por Evelyn y ha llegado la locura a mí.

—Si estás loco, pero loco por mí y quiero que me beses ahora —Nunca había deseado a una chica, como deseo la boca de Evelyn.

—Espera llegar a mi dormitorio yo también quiero besarte, pero el mayordomo nos está mirando —No va a quedar nada de ella, me la voy a comer como un lobo hambriento después de arrancar toda su ropa, deja que lleguemos a mi dormitorio ya verá...

—No importa, Carlos es muy confiable como empleado de nuestra familia no le dirá nada a nadie.

Empezamos a besarnos sin mediar más palabras, lo siento mucho Yolanda, tal vez ha pasado mucho tiempo que no te veo, pero mi cuerpo ardiente precisa de mi hermana.

Tal vez la culpa fueron mucho las noches que al despertar me había soñado con mi hermana, mis manos buscan como locas su trasero y al hallarlos los aprieto con ganas.

La vida me ha tendido una trampa con mi hermana, nunca debió ser mi familia, debimos conocernos como personas de diferentes lugares de nacimiento, porque mi carne me pide mil veces su deseo de hacerla mía.

La lucha entre lo correcto y lo inmoral solo yo la sé, ya llego el día en que le contestaré que sí a la locura de tener sexo con mi hermana.

Mi conciencia me dice detente puedes esperar, pero yo sé, si sigue pasando el tiempo así no podré volver atrás, si Evelyn se enamora de otro chico, por rechazarla tantas veces a su necesidad de amar a alguien.

Sus labios son deliciosos, quiero más del cuerpo de Evelyn, incluso siento que su ropa me estorba a lo que deseo.

Mis ojos la ven como una mujer y su pecho es un rosal sensual el cual quiero acariciar, ya no me puedo mentir más debo contestarle que sí a todos mis impulsos y buscar las cosas las cuales quiero de Evelyn, para que no sea de alguien más, no quiero dejarla ir y no quiero perder mi juventud, mis sentimientos sin probar del fruto prohibido que se encuentra en su cuerpo que casi le estoy quitando la ropa en el vehículo sin darme cuenta me he dejado llevar del momento.

—Debes contenerte mi querido hermano, me gusta la forma la cual me deseas parece que la droga mágica ha causado el efecto que tanto deseaba en ti —Mi hermana cree, que esto debe de ser algún efecto segundario de alguna droga la cual estoy usando.

—Pero de que droga mágica hablas sabes que no tengo ese tipo de vicios, no soy un maldito adicto —Me molesto con Evelyn realmente nunca debí besarla, porque es mi hermana, eso es algo inmoral.

—No te enojes a veces digo tonterías sin pensar.

Me alejo de ella y me obligo a mí mismo, a mirar por la ventana del auto, es que el aroma que despide su piel morena me excita mucho.

Y peor aún mi hermana cree que esto es producto de una droga mágica que estoy consumiendo.

Llegamos a Herel y nos desmontamos del carro ambos.

—Alberto tienes que esperar un poco más para tenerme, no puedo ir al dormitorio contigo por mucho que quieras hacerme el amor, pero esto debe ser especial y yo siempre he deseado que la primera vez de los dos sea en mi habitación de la mansión —Quiero decirle que no, pero no puedo, porque en verdad la deseo.

—Está bien, pero mantén esto en secreto, muy en secreto no se lo digas incluso ni a Yolanda que es tu mejor amiga y haré a cambio todo lo que me pidas, me tienes donde quieres hermana —Quien lo diría al final mi hermana ganó.

—No te preocupes por eso, yo no quiero que nadie lo sepa y pronto vas a ser mi esclavo sexual, no sabes las cosas las cuales te esperan y los juegos eróticos que haré contigo, incluso te castigaré un poco por haberme rechazado en el pasado, te dije que conseguiría domarte y no me creíste, mira ahora estas a mis pies y yo sabía que solo era cuestión de tiempo —Por un demonio me mira con una sonrisa diabólica ¿Qué estará planeando mi hermana para mí?

—¿Qué quieres decir con esclavo sexual? —Me niego a creer que mi propia hermana sea tan pervertida.

—Tengo una habitación aparte la cual diseñe en la mansión por eso la equipe con todo tipo de cosas pervertidas que compre por la red y tú solo servirás para complacerme de todas las formas posibles, pero en mi habitación será donde hagamos el amor por primera vez será muy lindo y especial luego de eso pasaremos a esclavizarte con los juegos sexuales que tengo solo servirás para darme placer —Ahora empieza a reírse como una desquiciada.

—Eres una depravada mental y crees que aceptaré algo como eso donde tú hagas conmigo lo cual quieras con mi cuerpo, soy el hombre aquí el que debería mandar soy yo en ti no tú a mí —Me mira cómo, si le gusto lo que le dije.

—Me encanta cuando te haces el difícil.

Demonios le doy la espalda marchándome molesto a mi dormitorio, sé lo mucho que me gusta Evelyn, pero es una sicópata, pero qué demonios como pude llegar a este punto y no pude evitarlo.

Cuando llego a mi dormitorio me dispongo a escribirle a Yolanda es mi única salvación para salir de las garras de mi hermana, necesito ayuda, pero aún me tiene bloqueado y para qué me hizo descargar esta aplicación de Wasap si no la iba a usar conmigo.

Y como puede estar molesta por tanto tiempo solo por Haru, creo que estoy perdido me encuentro solo en estos momentos a merced de mi hermana.

Con todo eso que me pasó hoy, me voy a dormir.

Black GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora