Capítulo 94: Final.

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Yolanda se va y luego yo voy de camino a mi dormitorio, definitivamente hoy fue el día más feliz de mi vida.

Me acuesto en la cama hasta sin preparar la cena, ya que ni hambre tengo, solo lo único lo cual me duele es que debo esperar hasta mañana, para ver la sorpresa la cual tiene preparada Yolanda.

Cuando intento dormirme cerrando mis ojos de la nada en mi dormitorio varios estudiantes me tienen la boca tapada mientras trato de escaparme, sin embargo, no puedo, mientras observo que con una jeringuilla me la clavan en el cuello inyectándome algo, pero no sé qué es a lo mejor un sedante porque pierdo la fuerza, veo lo cual uno de ellos toma su celular luego de sedarme con lo cual sea que me inyectaron.

Se aparece Berek ¡No lo puedo creer!

—Se aseguraron de que nadie los vio entrar —¿Qué hace aquí?

—Así es Berek y desactivamos el sensor mágico del dormitorio ya se lo puede llevar sin ningún problema —No me sale la voz para gritar, así con eso pedir auxilio.

—Buen trabajo ahora cuando me desaparezca activen de nuevo el sensor y salgan de aquí, ya saben ni una sola palabra de esto a nadie —Y bien Devora me lo dijo, de lo peligroso que era estar con Yolanda.

—Así será sensei.

Berek se desaparece mágicamente conmigo y me lleva a la sala, totalmente blanca y sin paredes es un lugar muy grande, con bloques blancos de piedra de forma cuadrada como si fueran edificios.

Parece una sala de entrenamiento aquí fue donde me llevó la primera vez que me encontró con Yolanda, en mi habitación casi besándonos, pero Estuar me salvo en aquella ocasión.

El sedante se me está pasando y estoy volviendo a recuperar mis fuerzas.

Me comienzo a levantar poniéndome de pie definitivamente.

—¿Por qué me saca de mi cálida cama a esta hora de la noche? —Ese maldito no quiere dejarme el cuerpo de Yolanda, tan fácilmente.

—Creíste que iba a dejar a mi nieta con una cosa como tú, ahora te mataré luego tiraré tu cadáver bien lejos de la capital para que nadie sepa quien fue —Lo sabía, mi único pecado para él, fue haberme fijado en unas de sus nietas.

—Me lo imaginaba, que todo eso fue porque soy novio de Yolanda, en verdad necesita ayuda psicológica estás peor de lo que pensaba —Como pueden tener personas así, sin ningún tratamiento psiquiátrico.

—Nunca mi nieta me había hablado así, vas a pagar tu estupidez de fijarte en ella con tu vida, pero quiero que por lo menos luches para matarte lentamente —Parece que lo hirió la forma de hablarle Yolanda, pues yo también lo voy a herir.

—Has llegado muy tarde porque yo y Yolanda hemos tenido sexo ya muchas veces y ni siquiera se ha dado cuenta, no obstante, a eso no le ha pasado nada a su queridísima nieta, sigue siendo la misma chica simpática de siempre, entonces ¿Cuál es su problema? Aparte de ser un maldito loco con problemas mentales —Ya me tiene cansado, no me importa que sea un Legendario, no voy a soportar que no me deje vivir mi vida en paz.

—Así está mucho mejor me estás dando más motivos, para disfrutar tu muerte —Me quiere matar por un motivo tan absurdo, el que lo va a matar a él seré yo primero.

—Pues yo no lo respeto y mucho menos, ya le voy a seguir teniendo miedo si quieres matarme tendrá que ser enfrentándose a mí.

Activo mi primer anillo, para empezar mi lucha de vida o muerte y aquí no hay Quirio ni máquinas desintegradoras.

Con mis sellos invoco a mi Golem de hielo, que va directo donde Berek y al llegar se autodestruye dejando un gas frío congelando todo el perímetro de su alcance.

No pasa mucho tiempo para que Berek con su magia crea una expansión de aire, la cual sale de su cuerpo destruyendo todo el hielo alrededor de él, incluso tuve que cubrirme para así los pedazos los cuales saltaron de hielo no me lastimen.

Por eso invoco al esqueleto guerrero gracias a otro sello.

De inmediato llega donde está parado sin todavía moverse Berek, para cortarlo con sus dos espadas, pero el ogro de Berek se queda parado como si nada mientras las espadas le están dando fuertemente.

Tiempo después mi esqueleto se detiene y mira hacia mí como haciéndome gesto ¿Qué sucede aquí?, ya que tenía un buen rato intentando cortar a Berek, pero no lo conseguía, sin embargo, el esqueleto comenzó a mirarme confundido, a eso Berek lo agarro por su cráneo rompiéndoselo con su mano derecha, mientras el esqueleto estaba de espalda a él mirándome.

Así es como acaba con mi esqueleto de todos modos no podía hacer nada, mi esqueleto a ese ogro.

—Deja de invocar esas pequeñas basuras —Se burla de mí como si mi magia no valiera nada para él.

—Bastardo crees que puedes matar a todos los chicos que se enamoren de Yolanda, pues no importa si no sobrevivo en esta pelea vendrán otros después de mí.

Salto bien alto para lanzarle mi meteorito de fuego, si no puedo acabar con ese maldito por lo menos haré el cual tenga que moverse de ese lugar, porque se ha quedado parado de orgulloso con mi Golem de hielo y esqueleto guerrero como si mi magia para él fuera basura.

Termino de crear mi meteorito y bajando mi mano derecha, se lo lanzo a la velocidad del sonido.

Al llegar donde el ogro extiende sus dos manos, para detenerlo y es exactamente eso mismo que hace está deteniendo mi meteorito de fuego con sus brazos, pero mi meteorito lo está impulsando hacia atrás porque no lo puede detener por completo la fuerza con la que fue lanzado el meteorito por mí.

Se escucha un grito de Berek y de sus dos manos le sale mucha electricidad terminando al fin de destruir mi meteorito de fuego.

Bajo desde el cielo donde lance el meteorito al suelo, maldita sea no lo puedo creer porque Yolanda tuvo que tener un abuelo tan fuerte detuvo mi meteorito y no solo eso lo destruyó con las manos.

Me gustaría poder eliminar a este ogro, pero ni siquiera sé si saldré vivo de esta lucha.

Realizo mis sellos rutinarios para invocar mi armadura negra la cuales las piezas de metales, aparecen hasta unirse a mí y con eso sentirme el hombre más protegido del mundo, aunque mi velocidad de movimiento disminuya.

Veo a Berek correr hacia mí y yo me dispongo a cortar el viento con mi espada mandándole una ráfaga de viento destructiva, pero este ogro la esquiva justo en el instante de casi impactarle.

Más atrás se ve mi ataque cortando de forma diagonal un bloque de piedra en forma cuadrada, ya que esta sala totalmente blanca y lleno de esos bloques, pero no hay muchos solo unos muy pocos y de tamaños diferentes.

Después de evadir mi ataque llega a mí y yo con mi escudo me defiendo.

Sus puños impactan una y otra vez haciéndole pequeñas abolladuras a mi escudo, tanto así, que en su último golpe mi escudo sale disparado hacia atrás totalmente roto por los fuertes brazos de Berek.

Black GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora