Black Ghost

Capítulo 9: Niña.

Al caminar en el gran patio de Herel donde hay muchos estudiantes, ya que aquí vienen cuando no tienen clases una gran cantidad de ellos, un aire muy fresco y tranquilo se siente aquí debajo de este árbol de manzanas alejado de los demás.

Me percato que se acerca alguien, ¿quién lo diría? Es Haru, la sanadora Clase B, debo averiguar si realmente es Yalet, porque son prácticamente idénticas.

—Joven Alberto, veo que le gusta este árbol de manzanas en particular, ¿no cree usted qué está un poco alejado de los demás? —Se dirige a mí de una manera tan natural como si fuéramos amigos de toda la vida y recuerda incluso mi nombre.

—Sí me gusta esta parte de la escuela, es muy tranquilizante para mí —Observo su celular es de baja categoría, lo que me faltaba, una gente pobre cerca de mí y su zapato está roto, cosido con un hilo.

—Me alegra mucho, espero que puedas disfrutar de esta escuela y aprender lo necesario para convertirte en un gran mago —No importa cuánto se parezca a Yalet del otro mundo, son dos personas diferentes.

—Muy amable por sus buenos deseos, por cierto, veo que eres muy joven para tener esa habilidad de sanar mis heridas, lo noté aquella vez —Yalet era mi novia y maestra de magia del otro mundo, por eso realmente quería preguntar es si tenía un lunar en esa parte íntima... ¿Pero qué rayos estoy pensando de esta chica tan pobre? Aléjate de mí, demonio de la perversión.

—Como decirlo... Soy especial, puesto según mis instructores dicen la magia mía es antigua, no entendí muy bien; pero mi magia para sanar es de las primeras sanadoras que existieron en el mundo, unas de las más poderosas para curar, pero no sé cómo, solo me sale sin pensarlo —No le preguntes... No le preguntes del... No le preguntes del lunar... No le preguntes del lunar de su parte íntima, maldito demonio pervertido no podrás conmigo esta vez, sal de mi mente.

—¿Dices qué no tienes ningún sello en tu mente o cálculo mágico para curar a una persona? —Haru junta sus dos manos como una niña con carisma, mientras hace gesto con su cara de afirmación ¿Cómo puede estar tan contenta?

—Exacto no soy muy inteligente para aprenderme sellos complicados y como aplicarlos en partes específicas del cuerpo humano donde debe ir dichos conjuros para curar a una persona, solo veo la herida y me sale sola el aura antigua para curar, ¿piensas qué soy rara no es cierto? —Porque esta chica se parezca exactamente a mi antigua novia no significa que debe tener lunares por la misma parte de su cuerpo, debo obligarme a ya no volver a pensar de ese tema.

—De hecho, sí pienso que eres rara, es como pasarte toda tu vida estudiando y aparece alguien venciendo a la disciplina solo con su talento mágico natural, todo el esfuerzo de las demás se ve opacado con tu habilidad mágica —Aunque si Haru tuviese un mismo lunar en esa parte, significaría ser iguales las dos, pero no tengo forma de ver el cuerpo desnudo de esta versión pobre de Yalet... No, no, no debo de terminar esta conversación me está volviendo loco eso del lunar, no puedo sacarlo de mi mente.

—Pero yo estudio mucho, aunque mis notas no son muy buenas que digamos, he reprobado hasta varias veces muchas materias —Al final nunca sabré si tiene el lunar, un sí o no es la duda, como es pobre debería pagarle a cambio de enseñarme... No, he vuelto a pensar en una locura.

—No es por parecer descarado, pero es difícil creer verte con el rango de sanadora Clase B —Haru se ríe como una pequeña que le han dado un dulce, puedo deducir, lo cual ver ese lunar de Haru en esa parte de su cuerpo, es como querer ver a una niña pequeña, puesto es muy infantil ella por su forma de comportarse.

—Pues sí, aunque no les caigo muy bien que digamos a muchos de la casa de medicina, realmente debe ser un golpe duro para su orgullo, pero Carol es de Tecnología y mi mejor amiga es diferente a las demás, ella sí me quiere —¿Quién será esa tal Carol?, porque estoy muy obsesionado con el área de Tecnología, con eso saber cómo funciona esos robots diseñados por ellos en un futuro, a lo mejor Carol es pobre también, sino fuera por ese lunar Haru no despertaría ningún interés en mí.