<°○ CAPÍTULO TREINTA ○°> (parte dos) [fin del primer volumen]

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Con su mano temblorosa tomó la perilla del picaporte de la puerta y la giró lentamente despidiéndose de esa vida, de su hijo Aniel el cual tal vez y pasando esa puerta ya no volverá a ver jamás.

Al abrir la puerta estaba todo muy obscuro, el Omega podía escuchar su propia respiración agitada y su corazón a mil por segundo, sentía que en cualquier momento se desmallaria.

.-entra- dijo el Alpha aún con su mirada ceria.
El omega colocó las manos en su pecho y a paso lento de adentró en esa extraña y obscura habitación, tras de él caminaba el Alpha hasta que escucho más y unas repentinas luces lo sentaron por unos mini segundos, lo que vió después era impresionante.

La habitación era como un mini museo, en el cual objetos y prendas estaban en vitrinas de cristal por todos lados y todo con una plaquita de plata con letras y números, había cuadros de pinturas y de fotos por doquier pero la que gobernaba el centro de la habitación era una pintura de un joven acostado boca abajo desnudo, sólo partes íntimas lo tapaba una especie de tela roja y todo el fondo de tan admirable ejemplar esa color rojo vino. Era realmente extraño por que ese joven de la pintura era casi igual a Liam, de hecho todas las cosas que había allí, alguna vez pertenecieron al joven omega, algunos de cuando era bebé, como su mantita o cuando fue creciendo que había juguetes y peluches a pesar de estar desgastados, lucían muy limpios en esas jaulas de cristal.
El Omega estaba muy sorprendido, definitivamente No se esperaba algo así.

.-crees que no te conozco?- dijo el Alpha checando que ni las vitrinas ni el piso estibiese cubierto de polvo o de basura .- te conozco desde que naciste-
Al escuchar eso el Omega lo miró confundido.
.-p-pero yo no recuerdo haberlo visto antes- dijo el mirando y recordando un poco de cada una de las cosas que estaban allí, por ejemplosu oso de peluche favorito, su madre había dicho que estaba muy feo y que lo había tirado al basurero.
.-eso es por que eras muy pequeño desde la última vez que te abrace- el omega lo miró esperado respuestas por todo lo que aún no había preguntado.

.- Te conocí cuando yo tenía doce años, al ser hijo único siempre estaba sólo ya que mamá se ocupaba de su trabajo y papá del sullo, por eso, les pagaban a chicos de mi edad para que jugarán con migo y me hicieran compañía, los odiaba puesto que no importa lo que dijera, ellos les parecía genial todas mis ideas por más tontas y aburridas que fueran. Un hermoso día soleado estábamos en un parque jugando con una pelota hasta que los incesantes queridos de una mujer hacia lo que parecía ser su hijo rograron llamar mi atención y fui hacia ella.
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.-se siente bien señora?- pregunté
.- lo siento joven alfa por mis ruidos pero... es que de verdad ya no lo soporto- dijo mirando hacia la carreola, yo me acerqué y cargué a ese pequeño, abriste los ojos y me sonreiste y fue allí cuando por primera vez sentí a mi corazón latir, desde ese momemto no te quería dejar ir de mi, no quería devolverte de modo que comencé a darle dinero a esa señora a cambio de verte todos los días, era fácil escaparme e ir hacia tu casa, pero poco a  poco ya no me era suficiente, quería tenerte todo el tiempo cerca de mi, y fue entonces cuando comencé a comprar también las cosas que ya no utilisabas, al principio las guardaba como tesoros en mi habitación pero con el paso del tiempo, hacia falta espacio, de manera que las comencé a guardar en ésta bodega.
En esa edad yo no podía tener a un omega, no era legal, así que mi plan era esperar hasta cumplir la edad legal para cómprate llevarte con migo a vivir aquí para después emparejarnos, casarnos y tener muchos cachorros pero mi plan fue saboteado por tu madre.
Yo ya había cumplido veinticuatro años, en mi cumpleaños número veite me regalaron esa gran pintura que ves allí, la cual fue pintado por las mismas manos de gerock, un famoso pintor de esa época.
Llegué a tu casa en mi carro, con un gran oso de peluche en una mano con dulces y la otra con un gran y hermoso ramo de flores. Al entrar me di cuenta que tu madre estaba muy te sa y nerviosa.

MI OMEGA         [Vol. 1 & 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora