1.-No te obsesiones con algo, sólo cumple la tarea, suéltalo y aprende.

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NATALIA.

MADRID. 05:37 Am.

¡Mierda, voy siete minutos tarde, ya tenía que haber empezado a correr en la cinta, ahora voy a ir justísima para hacer lo que me queda de la tabla de ejercicios!

Siete minutos, me había dormido durante siete minutos y ya estaba viendo que mi día iba a ser un caos.

Me puse uno de mis pantalones azules de atletismo, uno de mis tops deportivos negros, y mis zapatillas asics negras, como cada día.

Cogí una botella de agua fría de la nevera y me dirigí a la cinta de correr que tenía junto al ventanal del loft. Activé Spotify en el teléfono que apoyé sobre la pantalla de la cinta, asigné la playlist de clásicos de toda la vida, y empecé a correr. Como iba con retraso y para poder recuperar el tiempo perdido, decidí reducir los 40 minutos de carrera a 33 minutos exactos, pero aumenté el ritmo y apliqué un 3% más de pendiente, para recuperar el esfuerzo que había perdido por esos siete minutos de retraso.

*Hoy me voy a acordar de haberme acostado ayer más tarde de las 23:00*

A los 33 minutos exactos, terminé de correr y empecé los 10 minutos de estiramientos para a continuación, ponerme en el banco de pesas y hacer exactamente 10 series de 5 tipos de ejercicios diferentes.
Finalmente 100 sentadillas, y 100 flexiones, otros 10 minutos de estiramientos y a las 07:00 am, estaba entrando en la ducha.

*Genial, he recuperado el ritmo, como un reloj suizo*

Me coloqué el pantalón de vestir negro, la camisa blanca y los zapatos de cordones. Repasé que el brillo de mis zapatos se mantuviese impoluto, pasándole cuidadosamente la esponja de limpieza que tenía perfectamente colocada en el zapatero de la entrada.

Agradecí haberme cortado el pelo recientemente, porque así solo empleaba tres minutos en peinarme y podía estar en tiempo para todo lo que me quedaba por hacer ese día.

Un poco de eyeliner, con las líneas de ambos ojos exactamente simétricas, recogí el cuarto de baño dejándolo impoluto y me dirigí a la cocina americana de mi apartamento.

Para desayunar, tenía preparado un gran bol de macedonia de papaya y piña, y un te verde con Jengibre y limón sin ningún tipo de endulzante.

Recogí todo y lo metí en el lavavajillas, me lavé los dientes, y finalmente, cogí mi arma de la caja fuerte que tenía oculta en la pared, la coloqué en su funda, me puse la americana a juego con el pantalón, y me dispuse a salir de casa.

*Las 07:30 am en punto. Genial, todo a su hora*

Salí de mi casa satisfecha por ir  exactamente con el horario que tenía marcado.

Tomé el ascensor que me llevaba directamente al garaje, al salir, me lavé las manos con el gel hidroalcohólico que llevaba en el bolsillo y  arranqué el motor de mi Mercedes clase A, de color gris mate que me encantaba conducir, para dirigirme a la oficina.

A las 07:52 am estaba entrando por la puerta de mi lugar de trabajo, había estacionado en mi plaza reservada en el garaje subterráneo de la unidad, y aparecí en el hall del enorme edificio , uno de los más seguros de Madrid.

Saludé al Guardia que estaba de seguridad en ese momento, que se levantó de la silla como un resorte.

- A sus órdenes mi teniente, no hay novedad.

- Muchas gracias Damion, descansa, -le dije sonriendo y haciéndole un gesto con la mano para que se sentase- te he dicho mil veces que no tienes que levantarte de la silla cuando llegue.
¿Qué tal va el servicio?

I GOT YOUR BACKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora