I.7

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Desperté temprano por la mañana, aún no podía creer la cita maravillosa con el Erick, necesitaba contarle a alguien pero no sé a quién, quizás mi única opción era contarle al Jeans Pool, él dijo que confiara en él, pero no sé, él no apoyaba esto, entonces no sabía si hacerlo...

                La Sherry estaba durmiendo raja como siempre, nunca despertaba temprano. Me fui a bañar y me vestí. Cuando salí del baño mi celular estaba sonando, era un número desconocido. Fruncí el ceño, era raro que alguien me llamara, de hecho nadie lo hacía nunca. Contesté.

― ¿Aló?

―Hola ¿Di? ―preguntó una voz masculina.

―Sí, con ella ¿Con quién hablo? ―quizás quien era, no tenía idea en verdad, ni una sola pista.

―Soy el Edu po, ¿Ya te olvidaste de mí? O sea yo creo que no porque bueno que querís que te diga Dianita yo soy inolvidable―solté una risa. Era demasiado loco. Ay Eduardo Vargas me estaba llamando. ¿Cómo se había conseguido mi teléfono? Ay lo amo demasiado.

―Obvio que me acuerdo de ti Edu, ¿Cómo es que tienes mi número?

―Tengo mis métodos washita, ahora iré al grano, nosotros teníamos un trato y necesito que lo cumplas―ay de veras que tenía que robarle la tarjeta de la pieza al Edu. Pero aún no tenía idea de cómo.

―Ay sí sé, pero no sé cómo hacerlo.

―Yapo washi, no sé, toquetéalo, métele las manos al bolsillo, qué sé yo. Estoy seguro que se te va a ocurrir algo... intenta hacerlo luego porque ya tengo listo el plan pa hoy en la noche, solo me falta el pequeño detalle...

―Ya, te juro que hoy la consigo...―dije.

―Muy bien, así me gusta pequeña Di, avísame cuando la consigas nena, ya te dejo que tengo entrenamiento, adiós―dijo y cortó la llamada.

                Suspiré, tenía que idear un plan, pero era muy temprano para pensar, así que solo me fui a tomar desayuno, necesitaba comida para activar mi cerebro, cuando fui allá me encontré con mi papá, mi madrastra, la Paola y el Cris que también estaban comiendo. Los saludé y me senté con ellos.

―Didi―dijo el Cristóbal mientras me llevaba una cuchara con yogur a la boca―el papá dijo que hoy podíamos ir a un Mc Donalds ¿Quieres venir con nosotros? ―mi hermanito estaba todo emocionado por ir al Mc Donalds.

―Obvio que sí Cris.

―Wuju―gritó mi hermano. Mi madrastra le hizo un gesto para que bajara la voz puesto la gente se le había quedado mirando―Lo vamos a pasar genial Didi―dijo con una sonrisa.

―Por supuesto que sí, enano.

                La mañana se me pasó re rápido, finalmente llegó la hora de ir al Mc Donalds con la familia. Nos juntamos en la recepción. Ya estaba mi papá, la Kari, la Paola y el Cris. Suponía que el Jeans no venía porque de seguro andaba con ese pesado del Andrés y la Sherry obvio que tampoco si había salido a no sé dónde.

― ¿Vamos? ―pregunté.

―No aún―respondió mi madrastra―Falta que llegue...

―Yo―fue interrumpida por la voz del Erick. Sus ojos conectaron con los míos y mis mejillas enrojecieron, bajé la mirada, me sentía rara. O sea es que una cosa era cuando estaba a solas con él y otra estar con él cuando estaba toda la familia, era simplemente extraño, ellos no tenían idea de nada de lo que pasaba entre los dos y no sé si era buena idea decirles, quizás se enojaran o algo.

―Hijo ¿Cómo estás? ―dijo la mamá del Erick, yo me estaba mirando las manos, no quería mirar al Erick.

―Bien, mami, cansado del entrenamiento no más. ¿Están listos cabros chicos pa ir?

Just Give me a Reason || Erick PulgarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora