I.19

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Diana.

Hoy era el día del partido contra Colombia, el día de ayer no vi al Erick, me dijo que había estado todo el día ocupado y concentrado, espero que no se haya enojado conmigo porque no lo pesqué mucho con su idea de irme a vivir a Italia es que igual era raro. Además ni siquiera sabía hablar italiano.

Me vestí para el partido contra Colombia con ropa abrigada porque bueno había tormenta pronosticada para la hora del partido. Me miré al espejo, probablemente si la Fran me viera le daría un ataque por mi ropa, pero bueno, mi sentido de la moda no era muy bueno.

Me junté con mi familia en el vestíbulo del hotel para irnos al partido, el Erick ya se había ido al estadio. Me hubiese gustado haberlo visto antes para darle un beso y abrazo para la buena suerte.

― ¿Cómo estamos para mañana? ―preguntó el Jeans pasando su brazo sobre mi hombro.

― ¿Para mañana? ―pregunté confundida.

―Para tu cumpleaños―dijo. Con todo esto del Erick hasta había olvidado que mañana era mi cumpleaños.

―Papá ¿vamos a ir al McDonalds para el cumple de la nana? ―preguntó el Cris, quien estaba nuestro lado. Mi papá soltó una risa.

―No sé, no te contaré nada o sino arruinarás la sorpresa―respondió mi papá. Luego llegó a mi lado y me quitó del abrazo del Jeans, para abrazarme él―Mi niña ya está tan grande no puedo creer que ya vayas a cumplir diecisiete―le di una sonrisa. Yo creo que nadie se lo creía si mi aspecto era como el de una niña de catorce años.

―Así que mañana celebraremos a la Dianita―dijo la Sherry de manera irónica―Ni te imaginas el maravilloso regalo que te tengo hermanita―ella solamente me podría regalar algo como una víbora para que me matara.

―Mi regalo va a ser el mejor―dijo la Paola. Le sonreí.

―Didi la Pao te está haciendo un collar.

― ¡Cállate enano! ―exclamó la Pao―Eres un sapo

― ¡Mamá! ―chilló mi hermanito―La Paola me está insultando.

―Ya basta de pelear ustedes dos―dijo la Karina interviniendo―No sé qué les pasa a todos mis hijos que lo único que hacen es pelear. Ya me tienen cansada. Primero la Sherry con el Erick y ahora ustedes dos... por favor compórtense.

―Yo siempre me porto bien mamá―dijo la Pao―es el Cris el que molesta―la Karina rodó los ojos.

―La única que siempre se porta bien aquí es la Di, deberían seguir su ejemplo―le di una sonrisa. Últimamente yo no me he portado muy bien, me he curado dos veces y salido a no sé cuántos carretes. Pero bueno eso ella no lo sabe...

―Si tan solo supiera lo que hace su hijita querida―me dijo la Sherry al oído. La miré con el ceño fruncido. Ella solo me dio una sonrisita y se encaminó a la salida del hotel.

Finalmente todos fuimos en una van hacia el Soldier Field, el estadio donde se jugaba el partido de la selección. La Sherry todo el rato me pegaba miraditas raras, lo cual me estresaba, me caía tan mal, sinceramente ya no la soportaba...

El primer tiempo empezó de manera intensa Chile ya llevaba dos goles en diez minutos del partido. Era un partido perfecto y lo que lo hizo más perfecto fue cuando el Tucu se lesionó y entró el Erick a la cancha. Al fin iba a jugar una Copa en la selección como siempre había querido. Estaba tan feliz por él.

En el entretiempo empezó la tormenta por lo que tuvimos que refugiarnos dentro del estadio porque estaba cuática la lluvia y además los rayos y truenos. Ahí fue cuando me encontré con la Fran y la Consu quienes me hicieron una seña. Era la perfecta ocasión para arrancar de la Sherry porque estaba chata de sus miraditas.

Just Give me a Reason || Erick PulgarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora