I.18

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Erick

Después de ver al Jeans Pool muy cerca de la Diana, me di cuenta que era hora de hablar con mi hermano de todo esto, todos tenían que saberlo, quería gritarlo a los cuatro vientos. Así que iba a hablar con mi hermano, porque sabía que al hueón le gustaba la Diana y me ponía celoso verlo cerca de ella, aunque sé que ella no haría nada, pero él sí, lo conozco. Así que fui a la pieza de mi hermano. Por suerte no estaba el hueón del Andrés, porque lo había echado de vuelta a Chile al traidor.

―Oye puro que me cuentiaste hueón―dijo apenas entré a la pieza―la mamá no me andaba náh buscando―rodó los ojos. Ups. Esa fue una mentirita piadosa que ocupé porque quería hablar con la Diana a solas.

―Chuta pensé que sí, sorry hermano―él me dio una mirada extrañada.

―Ya, ¿Qué onda Erick? Cuenta la firme.

―¿Qué onda de qué?

―No sé po, dime tú, andai raro, además qué onda con el castigo a la Sherry, ella me contó que la trataste súper mal, dijo que no quería verte nunca más en la vida, que te odiaba por lo todo lo que le dijiste―rodé los ojos.

―Se lo merecía la hueona―mi hermano frunció el ceño.

―Oye, no le digai hueona a nuestra hermana.

―Le digo como quiero hueón. La Sherry la cagó medio a medio, yo tampoco quiero verla.

―Ya pero ¿qué hueá? ¿Por qué se odian tanto ahora?

―Porque tú hermanita querida es una mala persona, tú cachaste todo el cahuín que inventó que la Diana se comía al Andrés siendo que era ella la que se metía con ese hueón y más encima para coronarla la hueona le fue a pegar a la Diana.

― ¿Qué?

―Sipo, eso hizo. Eso fue la gota que rebalsó el vaso. Así que no tuve más remedio que castigarla, mandarla a dormir con los cabros chicos, quitarle las vacaciones y mandar a su pololito de vuelta a Chile―el Jeans me observó por unos minutos.

―Ya, pero sé que lo que hizo la Sherry estuvo mal, pero quizás exageras hermano.

―No, no exagero hueón, no voy a permitir que siga maltratando a la Diana, sé que siempre la Sherry la ha odiado, que ha sido pesada con ella, que le dice cosas feas, pero esto ya pasó los límites.

― ¿Qué hueá hermano? ¿De cuándo te importa tanto lo que le pase a la Diana? Si vó mismo le decías hueás pesás en conjunto con la Sherry, además la hueá esa del reto...―tomé una respiración profunda. ¿Desde cuándo me importaba la Diana? Yo creo que desde siempre, sí quizás fui re pesado con ella a veces, pero era porque era una especie de hermanita y me gustaba molestarla, pero no fue hasta que me dio ese beso que mis sentimientos por ella cambiaron. Y ahora que finalmente había aceptado lo que sentía por ella, no permitiría que nadie le hiciera daño hueón.

―Mira Jeans, te lo voy a dejar muy claro, así que para que lo tengas en mente desde ahora en adelante. La Di y yo estamos pololeando―en verdad no, debería pedirle pololeo, pero debería idear algo bonito, debería pedirle ayuda al Eduardo y al Charles, no mejor no porque el Eduardo se reiría de mí y el Charles en estos momentos es un grinch del amor, debería pedirle ayuda mejor al Alexis, sí ese hueón era entero de romántico.

― ¿Qué? ¿Me estay hueveando?

―No, no lo hago, y ella de verdad me importa, en verdad estoy enamorado de ella.

―No te creo, esto es otro de tus juegos como siempre―dijo él. Rodé los ojos.

―No lo es Jeans, ¿En serio crees que soy así de superficial? ¿Qué no me podría gustar la Di? Bueno para que caches que en verdad me gusta y no voy a permitir que nadie le haga daño y también quiero que te mantengas alejado de ella ¿Me entendiste?

Just Give me a Reason || Erick PulgarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora