Todo era nuevo en la selección, nuevos compañeros, algunos que no conocía de antes, nuevo cuerpo técnico. Pero a pesar de que había mucha gente nueva, todo seguía como antes, era como si nada hubiera cambiado. Aquí estábamos en la ciudad de Itú, a la cual habíamos llegado hace una semana, pero mañana ya nos íbamos a Sao Paulo ya que faltaban pocos días para el inicio de la copa y ya habíamos tenido tiempo para prepararnos todos juntos para la Copa.
Como hoy era el día de despedida de Itú, con los cabros armamos el sendo carrete en el resort que nos hospedábamos ya que bueno era solo para nosotros. Igual se supone que no iba a haber copete, solo música y hueveo, pero el Arturo como siempre logró meter copete, no sé cómo lo hacía siempre ese hueón.
Aquí estaba sentado junto al Arturo quien me llenó el vaso de un líquido transparente. No pensaba preguntar qué era, pero supongo que era algún licor, no agua. Me la llevé a la boca y la hueá me quemó la garganta. El Arturo soltó una risa.
―Necesitas mucho por aprender aún cachorro, pero me gustay más ahora que antes, antes erai terrible de mamón―suspiré. La Diana me hacía mamón. Igual en la Copa anterior era más joven y además quería ser responsable, ahora ya todo me daba lo mismo, había que disfrutar, si total hay una sola vida.
―Ahora no, relléname la hueá―dije. Mientras tomaba el resto del líquido que quedaba en mi vaso. El Arturo sonrió y me llenó el vaso.
―Esto está re fome―dijo el Eduardo tirándose a nuestro lado―debimos ir a una disco o algo más entrete.
―Pero mañana le damos en Sao Paulo po Edu―le dije. El Eduardo enarcó una ceja y me miró confundido. Ya no era el estúpido que habían conocido hace algunos años.
―Yapo hueón y mañana podemos invitar a las cabras, así no nos aburrimos tanto―dijo el Eduardo. Mm no sé si era una buena idea salir con las "cabras" cada vez que me veían me decían cosas feas por lo que pasó con la Diana, era obvio que ellas habían apoyado a la Diana y no a mí ¿porque quién en su sano juicio me apoyaría a mí? Solo el Eduardo y el Charles, pero es que esos hueones tenían tejado de vidrio. O sea el Eduardo había dejado embarazada a su ex mientras estaba con la Consu y el Charles se metía con cuanta pendeja se le cruzaba.
―Me gustó esa idea, y así aprovecho de buscarme una mina rica a quien tirarme―dijo el Arturo. Con el Eduardo lo miramos raro.
― ¿Tú no tenías polola? ¿Esa colombiana? ―pregunté.
―Sí, pero ella no es la Cony ¿sabís? La echo de menos―no conocía a esa Cony, quizás el alcohol estaba destrozando mis neuronas y por eso no me acordaba de ella.
―Pero ¿para qué terminaste con ella po hueón? ―preguntó el Eduardo. Obviamente sabía más que yo, acerca de la vida del Arturo, a pesar de que yo ahora del grupo de amigos del King, no llevaba tanto con ellos, no cachaba todas las hueás.
―Porque me traicionó... ―se encogió de hombros.
― No entiendo nada, estoy perdido aquí pos cabros, alguien que me explique―dije interviniendo.
―Pero hueón ¿cómo no cachai? ―dijo el Eduardo―si Jara ya le contó a todos―bueno creo que Jarita se había olvidado de contarme a mí o quizás no lo pesqué―Ya mira la hueá es que el Arturo estaba casado con la Marité, pero esa hueona y su familia eran traficantes―lo miré impactado. ¿Qué onda? ¿La ex esposa del Arturo era traficante? ―Y la Cony la polola o bueno ex del Arturo, era una rati infiltrada y el Arturo se metió con ella, y bueno la Cony metió a la ex del Arturo en la cárcel por el narcotráfico―con-che-tu-ma-dre. Esto cada vez se ponía mejor, debería sacar las palomitas en este momento―ya y todo bien, estaban felices de la vida el Arturo y la Cony y los cabros chicos hasta que la Cony hizo algún trato para sacar a la Marité de la cárcel y desde ahí que el Arturo no la perdona y se metió con esa colombiana...
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Just Give me a Reason || Erick Pulgar
Hayran KurguSolo dame una razón para amarte otra vez... Saga futbolistas de la Roja Todas mis novelas están conectadas entre sí, pero no es necesario leer las otras para entender ésta.