I.21

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Desperté porque sonaba mi celular. Lo busqué a tientas en el velador. Hasta que lo encontré, apenas y abrí los ojos y contesté la llamada.

― ¿Aló? ―dije. Mi voz sonó pastosa, tenía voz de sueño.

―Cumpleaños feliz, te deseo a ti, feliz cumpleaños Dianita, cumpleaños feliz―sonreí. Al escuchar la voz de mi mamá cantando―Espero que lo pases genial hija preciosa.

―Gracias mamá―dije.

―Creo que te llamé muy temprano―dijo ella soltando una risa―pero este bebé me despierta a estas horas―sonreí. Tenía tantas ganas de que naciera mi hermano o hermana.          

―Tranqui mamá, gracias por llamar.

―Sí, oye tu pololo me llamó, o bueno espero que ahora sea tu pololo porque supongo que le dijiste―sonreí y miré al Erick que estaba durmiendo a mi lado, de hecho me estaba abrazando, al mirarlo mil imágenes de anoche aparecieron en mi cabeza. Ay.

―Sí, le dije que sí. ¿Te contó lo que iba a hacer?

―Obvio que si pues niña, yo le di la bendición, así que por eso mismo, si es niñito te hace algo tú me dices DI para ir a sacarle la cresta―solté una risa. Y pasé mi mano por el pelo del Erick. Ay esto parecía un sueño.

―Si mami, oye tengo que dejarte porque tengo que un vuelo a Nueva York en unas horas―dije.

―Ya, mi pajarito viajero, cuídate mucho y te amo.

―Y yo a ti mamá―dije. Luego corté la llamada. Dejé el teléfono de vuelta en el velador. Y me giré a observar al Erick se veía tan pacífico durmiendo, tan tranquilito.

―Hola tú―me dijo él, sobresaltándome un poco porque yo pensaba que estaba durmiendo, pero al parecer no era así.

―Hola―le dije con una sonrisita. Luego mis mejillas enrojecieron.

― ¿Cómo amaneciste? ―preguntó. Sonreí.

―Bien― respondí―aunque creo que me duele todo―él soltó una risa.

―Después te voy a buscar un antiinflamatorio o algo así―dijo alejándose de mí. Se sentó en la cama y se estiró―Ahora me iré a bañar porque después tengo un vuelo que tomar y tú igual.

―Sí―tomé mis lentes que estaban en el velador y miré la hora en mi celular―pero aún falta, hay tiempo aún―él se inclinó en la cama y me dio un beso corto.

―Ya, yo me voy a la ducha―se paró de la cama quedando totalmente desnudo. Me tapé la cara con las manos, no sé si en algún momento perdería la vergüenza. Escuché al Erick reír ante mi reacción. Estúpido. Miré por entremedio de mis dedos, pero aún seguía ahí. Me miraba divertido.

―Ay tápate―le dije. Agarré un cojín y se lo tiré a tientas. Luego volví a tapar bien mis ojos.

―No me diste―se burló―y Di, no tengas vergüenza po, si ya pasó lo peor... ¿Qué tal si nos bañamos juntos?

―No, estás loco, todo esto aún me da vergüenza, no se me va a quitar de un segundo para otro, solo ve a bañarte luego.

―Ya oh, voy a bañarme, solo porque no tengo tanto tiempo y después si llego tarde el profe me reta―Sentí el agua de la ducha del baño después de unos segundos. Saqué mi mano de la cara, era una estúpida, pero no podía evitarlo. Suspiré. Ay todo era maravilloso. Empecé a repasar las imágenes en mi cabeza...

                Un golpe en la puerta me sacó de mis pensamientos. Ay ¿Quién sería? Igual era temprano. Otro golpe sonó. Suspiré. Me paré de la cama. Igual estaba adolorida, me dolía la entrepierna un poco. Fui a agarrar la primera ropa que encontré. Luego mi vista se dirigió a la cama. Ay señor ¡Qué vergüenza! Ahí había una mancha de sangre. Arreglé las tapas para tapar la pinche mancha. Luego me dirigí a la puerta. La abrí y detrás estaba el Jeans Pool con una bolsa de regalo en su mano.

Just Give me a Reason || Erick PulgarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora