Diana
No sé por qué la gente se curaba, las dos veces que lo había hecho había terminado demasiado mal, ahora me sentía mucho peor que la primera vez y probablemente era porque no estaba el Erick a mi lado, además estaba con el corazón roto porque me había tratado mal, o eso creo, tengo recuerdos borrosos de lo que pasó anoche, solo sé cuando llegué a Chicago lo primero que hice fue tirarme a la cama a morir, porque no había dormido absolutamente nada. Además había vomitado en el avión, le tuve que inventar a mi papá que estaba enferma de la guata, porque obvio que no le podía decir que me había escapado a un carrete y había terminado curada y que más encima le había dado un beso al Enzo Roco, ay señor soy una estúpida...
Me vestí porque tenía hambre, aunque me vestí horrible, me puse un buzo, no tenía ganas de andar más decente porque bueno no me sentía bien, no tenía ánimos para nada. Pero tenía que ir a buscar comida, estaba recogiendo mis cosas para ir a buscar comida, cuando sonó la puerta. Probablemente era para la Sherry que no estaba o era mi papá, eran las únicas opciones que habían. Fui a abrir la puerta y era el Erick.
―La Sherry no está―dije, luego intenté cerrarle la puerta en la cara, obviamente él la agarró y no me dejó cerrarla.
―No ando buscando a la Sherry, te estaba buscando a ti nerd―lo miré feo. Estúpido. Más encima me decía nerd.
―Pensé que no quería hablar conmigo Jirafa, porque no sé qué hice―rodé los ojos. Él sonrió, no sé por qué. Era un estúpido realmente.
― ¿Puedo pasar?
―No, fuera―dije―Vete y no vuelvas―pero pese a echarlo el muy estúpido me hizo a un lado e igual entró a la pieza.
―Necesito hablar contigo, urgente Di.
―Yo no quiero hablar contigo―cerré la puerta y me crucé de brazos. Intenté fulminarlo con la mirada. Él suspiró.
―Perdón Diana, perdón― ¿me venía a pedir perdón? Nunca pensé que lo hiciera, porque él no era muy de pedir perdón, era re orgulloso...―Ayer fui un imbécil, lo sé, de hecho lo he estado siendo todos estos días, fui un estúpido. Yo... la Sherry me inventó unas hueás y...―resopló y se pasó la mano por el pelo―y fui hueón y le creí a ella, pero es que nunca pensé que mi hermana me mintiera de esa manera.
― ¿Qué te dijo la Sherry? ―él evitó mi mirada cuando le pregunté eso, o sea que algo feo le había dicho la Sherry―Erick dime.
―Ya, pero no te enojes conmigo por haberle creído, ya me siento lo suficientemente estúpido por caer en sus mentiras...
―Dime, Erick―dije. No podía prometerle que no me iba a enojar porque no sabía qué le había dicho esa estúpida. Él suspiró.
―Está bien, la Sherry ese día que nos vio en la fiesta después del partido con Panamá, me dijo que te había pillado a ti y al Andrés―levantó su mirada y me dio una mirada avergonzada―juntos... juntos, sabes a lo que me refiero―dijo. Por alguna razón mis mejillas enrojecieron. Ay, estúpida. Maldita Sherry, ¿por qué le había dicho eso? Ella era la que estaba con el Andrés, no yo. ¿Qué le pasa?
―Pero, ella es la que está con el Andrés...
―Sí, eso ya lo sé Di, ya sé toda la verdad, sé que esos dos traidores me engañaron para dejarte mal a ti...―suspiró. Luego se acercó a mí y me tomó de las manos―lo siento mucho por dejarme engañar―le di una mirada, en verdad se veía arrepentido. Tomé una respiración profunda.
―Ay Erick, eres un imbécil.
―Lo sé, lo sé―acercó mis manos a sus labios y dejó un beso en mis nudillos. Cosquillitas aparecieron y una corriente eléctrica viajó por mi brazo―Pero es que me puso celoso, perdón. ¿Me perdonas?
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Just Give me a Reason || Erick Pulgar
Fiksi PenggemarSolo dame una razón para amarte otra vez... Saga futbolistas de la Roja Todas mis novelas están conectadas entre sí, pero no es necesario leer las otras para entender ésta.