capitulo 51

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Después el se fue a su despacho, ella lo siguió sin dudarlo.

--Alexander, necesitamos hablar-- Susanne mencionó con voz temblorosa, agarrando su mano, la cual él retiró involuntariamente.

---Lamento lo sucedido--- agregó ella con tristeza en su mirada. Mientras él ordenaba unos papeles en su escritorio, Alexander afirmó:

---Me vas a decir que lo lamentas, pero estoy seguro de que si no hubiera cruzado esa puerta, guardarías lo ocurrido como un secreto hasta la tumba---. Susanne negó enérgicamente con la cabeza.

---¿Desde cuándo me has estado engañando, Susanne?---preguntó sereno, recuperando el control de la situación.

Ella contestó débilmente:

---No te engañé, fue solo un momento de debilidad---respondió Susanne, pero él continuó sin siquiera dirigirle la mirada.

---Susanne, ¡nunca me amaste! Has jugado conmigo igual que con Daniel. Fui un tonto por creerte, caí en tu trampa. Siéntete orgullosa de que el cazador resultó cazado---. Esbozó una sonrisa irónica.

---¡Ya basta de tus insultos, detente!---gritó Susanne, y él la miró con una indiferencia que ella jamás había experimentado.

---Señorita Richardeys, detenga el descaro que muestra ante mí.
¿Cree que va a manipularme una vez más?---gritó Alexander, caminando de un lado a otro.

---Alexander, fui culpable, me dejé llevar, --No amo a Jennings, eso lo sabes perfectamente. Yo te amo--- rectificó finalmente Susanne, mientras Alexander finalmente la miraba a los ojos.

--No vuelvas a mencionar esas palabras que suenan vacías en tu boca y carecen de sentido, al igual que todo lo que digas de ahora en adelante.
Me has decepcionado, Susanne. no eres nada extraordinaria, eres igual a las demás. Creé una imagen de ti como una mujer perfecta, pero me he dado cuenta de que esa mujer nunca existió--- finalizó con total abatimiento.
Susanne no pudo contener las lágrimas.

--Te amaba, lo juro, más de lo que creí ser capaz. Pero ahora no siento nada, no me provoca nada más que rechazo--- sentenció Alexander, con tristeza en sus palabras.
En ese instante, Susanne sintió que su mundo se desmoronaba y se acercó a él con profundo arrepentimiento, pero Alexander la miró con total desilusión.

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--¡Fue un error! --gritaron al unísono.

--Para haber sido un error, lo disfruté bastante. ¿No crees? ¿Acaso pasó algo más? --recriminó herido.

--Alexander, no pasó nada más --Susanne estuvo a punto de revelar su estado, pero calló y él continuó.

--No hay nada más de qué hablar, ¿o sí, Susanne? --la miró con frialdad tras un momento de silencio.

Luego, Alexander se levantó y salió directo a la alcoba, y ella lo siguió, observando cómo sacaba una maleta que se encontraba encima del ropero. Rápidamente, empezó a poner ropa en la maleta sacada de los cajones.

--¿Qué estás haciendo? --preguntó extrañada por sus acciones.

--Me voy --gritó Alextender  mientras se cerraba la maleta.

--¿A dónde? ¡No puedes dejarme así! --replicó Susanne de inmediato.

---¡Esto acaba aquí! --Susanne le dejó el camino libre para que hagas lo que consideres más conveniente.---asintio con voz áspera.

Oscuros Placeres Secretos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora