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Capítulo 20: La Última Niña

Rem se quedo en silencio ante lo que había dicho Haruto, por otro lado Subaru quien no sabia leer el ambiente dejo en claro su arma mas fuerte en ese momento.

Subaru: Además, yo tengo la bendición de Emilia. Así que por favor no te preocupes por mi, solo relajate con un "phew".

Rem: "Pehw", Eh...

Completamente incapaz de mantenerse al día, Rem hizo un largo y exasperado suspiro mientras ella se reía débilmente. Subaru y Haruto, al ver que Rem seguía riéndose, mantuvieron la voz baja mientras también se reían. Entonces Rem dijo-

Rem: Lo prometiste, hay muchas cosas que quiero preguntarte. Los alcanzare en un rato, así que por favor no hagan nada temerario.

Haruto: Seguro, es una promesa entre los dos que necesitábamos hacer.

Subaru: No te preocupes, después de todo, hoy parece que estamos poseídos por un demonio.

Rem: ¿Poseídos?

Subaru: Poseído por un demonio en lugar de un dios.

Subaru posó con dos dedos de su mano sobre su cabeza para actuar como si tuviera cuernos. Independientemente de lo que pensaba del comportamiento frívolo de Subaru, dejó pasar su pose sin hacer comentarios.

Rem: Por favor, tengan cuidado.

Con Rem enviándolos fuera y dándose la vuelta, Subaru y Haruto bajaron la colina, profundizándose en el bosque. Se dirigieron a la dirección que Petra había indicado justo antes de perder el conocimiento.

Haruto: Bueno, Subaru Natsuki, hagamos esto.

Subaru: Ok estoy contigo, Haruto Kurohoshi, terminemos esto para que pueda volver con mi preciada Emilia-tan.

Hablando para animarse, corrieron a través del bosque. No sabían si le esperaba desesperación o esperanza, o algo más. De un modo u otro, la mañana del cuarto día parecía muy, muy lejana.

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Su corazón se apresuró, el interior de su boca estaba reseca, su garganta estaba tensa con el estrés. Mantuvieron sus pasos tranquilos mientras avanzaban cautelosamente hacia el oscuro bosque. Sus pasos eran vacilantes, pero no porque tuvieran miedo de seguir adelante.

Haruto: Seguro que hable de más delante de Rem, pero...

Era un movimiento peligroso ir ellos dos solos y aunque quería que Rem los acompañara, Haruto pensó que sus probabilidades estaban lejos de ser desesperadas. En primer lugar, Subaru era débil y su personalidad era fundamentalmente opuesta al juego. No lo estaba haciendo precisamente porque tenía una base razonable para pensar que tenía una oportunidad.

Subaru: Si era ese perrito de hoy el que maldijo a los niños, tengo un plan...

Llevaba el título aterrador de mabestia, pero seguramente un cachorro no tenía mucha habilidad de combate. Su maldición era de hecho algo espantoso, pero si llegaba a un choque de hombre contra colmillo.

Subaru: No voy a perder contra esa cosa, ¿verdad?

Sin embargo, era bastante patético fijar sus esperanzas en el pequeño tamaño de su oponente. Sin duda era un pensamiento optimista y conveniente, pero no creía que se equivocara al ser optimista, sobre todo porque este mundo le había dado a Subaru un trato tan brutal.

Si sólo acumulaba imágenes negativas, se perdería, desesperado en su exuberancia para sacarlo de allí. Subaru suspiró, dejando caer los hombros sobre cómo sus padres le habían enseñado a mirar el mundo deformado que lo rodeaba. Entonces...