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Capítulo 28: Salvar a Rem

Como el indiscutiblemente extraño en una batalla de demonio de cuerno, mabestias, y unos chicos normales, Subaru y Haruto prestaron atención a cada detalle de la pelea mientras se escapaban.

Su conducta era extremadamente simple. Mantenían su posición mientras la batalla se hacia más intensa, sin hacer ningún esfuerzo por aumentar la distancia, esquivando solo las chispas que calan en su dirección, el final de la historia.

Haruto: ————

Subaru: ————

Una vez más, las mabestias golpeadas por la bola de hierro se convirtieron en pasta ante sus ojos. Sin prestar atención a la muerte de sus camaradas, tres mabestias se unieron para atacar a Rem sin pausa, con el objetivo de infligirle mayores heridas. Pero tal inteligencia cruda fue a la basura, porque su mano los golpeó lejos una vez que estaban inmóviles, se convirtieron en presa fácil para el descenso de la bola de hierro.

Subaru y Haruto miraron el espectáculo mientras Subaru movía su agarre sobre Ram, en peligro de caerse de su alcance, y salto hacia atrás. Apenas evadió los colmillos de una mabestia, sólo para bailar en la linea de ataque de Rem.

Y Cuando Rem se dio cuenta de que Subaru se estaba acercando, se movió instantáneamente para interceptar. Haruto jalo a Subaru deteniéndose bruscamente para escapar del empuje del mango de hierro de Rem, luego saltó hacia atrás y se agachó para evitar el latigazo de la cadena que le siguió, con la bola de hierro pasando sobre su cabeza para cambiar la cabeza de la mabestia que les perseguía detrás de ellos.

En una flor carmesí espectacularmente floreciente. Escucharon el cuerpo derrumbarse detrás de ellos mientras Subaru arrojaba vergüenza y honor al viento y se arrastro por el suelo, a modo de cucaracha, para escapar inmediatamente. Rem, caliente sobre sus talones, encontró su camino obstruido por dos mabestias.

Subaru y Haruto mantuvieron su distancia mientras se recompensaban con un solo suspiro de alivio por el pensamiento rápido que le había salvado la vida.

Subaru: ¡Hah! ¡En realidad, estoy muy bien aquí!

Haruto: ¡Definitivamente estamos bien aquí!

Desesperadamente se habían alejado para no ser mordidos, impusieron las mabestias que perseguían a la doncella y se habían arrastrado como unos insectos para escapar de la ira de la chica enojada. Si sus acciones fueron grabadas para la posteridad, Haruto no querría morir allí, mejor se enfocó en el hecho de que su conducta tenia la intención de mantenerlos vivos.

En ese momento, las cosas se estaban desarrollando de acuerdo con el plan de Haruto. La situación podría ser peor, estaban al menos comprando tempo y reduciendo el número de las mabestias en todo el valle. Una vez que espiaron la batalla, se unieron a la pelea uno por uno. Las mabestias obedecían sus instintos en respuesta a que Rem se descuidara para tener un banquete y saciar su hambre.

Esto podría funcionar. Vieron una oportunidad para la victoria. Eso, al menos, fue lo que pensó Haruto.

Haruto: ¿Uh?

Haruto participó en una acción más evasiva cuando de repente se sintió mareado e inclinado pesadamente. No era que se hubiera descuidado con sus pasos. De repente, fue asaltado por una sensación de letargo cuando un escalofrío recorrió todo su cuerpo. El lo sabia.

Haruto: La maldición... ¿¡En un momento como este... !?

Haruto miro hacia arriba para tratar de ver si la mabestia de la que la maldición saluda era uno de los que rodeaban a Rem. Además, era improbable que la mabestia hubiera disparado la maldición sólo para hacer sufrir a Haruto.