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Capítulo 26: Huir de las Mabestias

Se echaron del suelo y saltaron hacia adelante. Pisoteando una raíz grande y ondulante debajo de ellos, golpeando sus pies con él tan fuerte como pudieron. Habían estado realmente equivocados al pensar que no había una base segura cuando se movían a través de bosques y montañas sin carreteras adecuadas.

Todo lo que tenían que hacer era correr por los senderos naturales del juego y no vacilar en su juicio en cuanto a dónde sus talones deben tocar hacia abajo. Confiar en la robustez de sus zapatos como ellos dieron un paso adelante hizo una gran diferencia en el progreso.

Su aliento estaba harapiento. El sudor de su frente se le clavaba en los ojos, así que parpadeó dolorosamente para darle el sudor a algún sitio. Estaban corriendo con todas sus fuerzas, inclinando su cuerpo hacia adelante para reducir la resistencia del viento, incluso el más mínimo. Pero los sonidos de los pasos de sus perseguidores no disminuyeron.

Sonaron a su lado, como si se estuvieran burlando del el intento de Subaru y Haruto de escapar. Las posibilidades de escapar eran prácticamente nulas. Les dolían los pulmones y jadeaban como si estuvieran desesperados por el oxígeno. La boca de Subaru estaba abierta de una manera desagradable. Y, por si fuera poco...

Ram: Qué cara horrible... Le diré al pueblo sobre eso.

Subaru: ¡Lo recordaré más tarde, maldita sea!

Subaru inmediatamente se arrepintió de su uso innecesario de oxígeno mientras seguía llevando a Ram en sus brazos mientras corría. Habían transcurrido unos diez minutos desde que Haruto había ejecutado su plan pensado a medias para atraer a Rem.

Como había planeado Haruto, las mabestias se había reunido alrededor de ellos. En medio de un combate excepcionalmente duro, los tres finalmente no tuvieron otra opción que correr por el bosque para salvar sus vidas.

Subaru: ¡¡Eso me gano por creer que podían pelear!!

Ram: Eso hacía, ¿no? Pero no tuve tanta fuerza como creía.

Haruto: Yo luché contra ellos. Mi resistencia simplemente no se mantuvo tan bien como esperaba. Además no quiero escuchar quejas de la única persona que no puede luchar.

Subaru: Normalmente discutiria contigo pero no hay tiempo para ello.

El maná de Ram se había agotado de los repetidos combates y Haruto ni siquiera estaba en un buen estado como para mover adecuadamente sus extremidades.

Las mabestias habían tratado el plan de Haruto como una invitación escrita, llegando uno tras otro, sus números pronto excediendo cualquier cosa que podrían manejar. La única palabra que pudo reunir fue arrepentimiento.

Ram había utilizado su magia del viento para acabar a unas diecisiete mabestias, mientras que Haruto se las arreglo para acabar con unas siete. Las cosas habían ido bien hasta ese punto, pero Ram de repente perdió su fuerza y se derrumbó. Subaru, asustado a su lado, recogió a Ram y la llevó, Haruto cubrió la retaguardia de Subaru mientras este comenzó a correr hacia las colinas.

Subaru: Nada cambia contigo. Aun
así, aprecio tu capacidad para
resistir...

Ram: Eres un insolente que una chica sea llevada así, ¡Y no hables demasiado! Parece que te mordiste la lengua... y mis fuerzas... no ...van.. espera..!

Subaru podía presumir de la habilidad atlética que anotó muy por encima de la norma, pero eso era todo cosas de su interior. Al aire libre, sus problemas de resistencia eran sustanciales.

Incluso con su resistencia patética, se estrujaba era todo lo que podía hacer en esa situación de vida o muerte. Dicho esto, era sólo cuestión de tiempo hasta que su resistencia se acabará.