Capítulo 32: Recompensas

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Mientras Haruto estaba hablando con Rem, al otro lado de la mansión Subaru que estaba en su habitación ya que él no ayudo mucho en la batalla contra las mabestias sus heridas su curaron y en estos momentos estaba descansando.

Subaru pensaba que tenía un lugar en la mansión con una buena relación con Ram y Rem. Los niños en la aldea habían sido salvados, y las mabestias en el bosque habían sido eliminadas,
acabando con el peligro para Haruto.

Si, debería haber sido motivo de celebración. Y lo habría sido de no ser por la chica que utilizaba un dedo para juguetear con su cabello plateado, que estaba con un humor sombrío debido a Subaru.

Emilia: No es que esté molesta. No, no estoy molesta. Todo lo que sucedió fue que los pacientes que había estado cuidado se habían ido cuando desperté, y cuando estaba a punto de ir a buscarlos, descubrí que había sido dejada atrás y atada a la silla. No, no estoy molesta por eso.

Un sudor frío recorrió la frente de Subaru mientras escuchaba silenciosamente el discurso de Emilia. Habían pasado unos diez minutos desde que Emilia había llegado a la habitación, pero la mayor parte de ese tiempo había sido absorbido por quejas y llamadas de atención.

Inicialmente, su visita fue porque estaba preocupada por la condición de Subaru, algo ilógico ya que tenia menores heridas en comparación de Haruto. Sin embargo no es que no estuviera preocupada por él, simplemente cuando lo fue a visitar momentos antes de que Haruto se despertara, comprendio que ya estaba siendo bien cuidado.

Por lo que optó por verificar mejor la condición de Subaru y cuando Emilia estaba segura de que él estaba bien, ella había suspirado de alivio y había cambiado su forma de hablar para nivelar sus quejas en ese mismo instante. Esa era la personalidad de Emilia.

Emilia: No... estoy molesta... así que...

Subaru: Sí, Emilia-tan, tienes razón en estar molesta conmigo. Lo siento mucho.

Emilia: Sheesh, dije que no estaba molesta. Pero ya que aparentemente te sientes culpable parece que no tengo elección... aceptaré tus disculpas, Subaru. Realmente no me hagas preocuparme así.

Después de que Subaru cediera ante la presión, Emilia aceptó la disculpa y resaltó su última frase con una amplia y encantadora sonrisa. Ni siquiera era algo justo. ¿Cómo podía decir esas cosas y poner ese rostro todo el tiempo?

En el momento en el que había llegado, Subaru había estado pensando cómo es que terminaría esto, pero ahora que su discurso había terminado, el hecho de que no hubiera nada en sus morados ojos además de su preocupación por Subaru le hizo realmente difícil calmarse.

Emilia: Debo decir que seguramente se lastimaron mucho, no es así, Subaru? Y la razón por la que se lastimaron fue porque vinieron a la mansión... Quiero decir, sólo han pasado cuatro días.

Subaru: Oye, no es que queramos tener todas estas heridas. Supongo que podrías decir que es lo que el mundo tiene deparado para mi... ¡es por eso que, si al menos puedo tener a Emilia-tan adulándome, todo estará bien!

Emilia: Te he adulado y tú sólo has huido. Puedes arreglártela por ti mismo la próxima vez.

Subaru: ¡Nuaaa! ¡Dejé escapar mi oportunidad! ¡Maldición, si tan sólo Beako hubiera hecho un poco mejor su trabajo!

Subaru gritó de rabia a la chica de corazón frío, no había visto ni un rastro de su cabello rizado desde su recuperación. Emilia hizo una mueca cuando las palabras de Subaru le hicieron recordar cómo la habían dejado atrás.

Emilia: Te lo dije, cuando me desperté después de quedarme dormida en la silla, estaba atada a ella. Me quedé estupefacta.

Subaru: Nadie utiliza la palabra estupefacto en estos días.

Re:zero Fic Reader from Zero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora