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Capítulo 27: Metodos de un Fanatico Demoniaco

Ram, Subaru y Haruto habían entrado en el bosque de las mabestias plenamente conscientes del peligro, pero como habían cooperado juntos para derribar a las mabestias, habían llegado a lo profundo del bosque sin lastimarse. La idea era encontrar a Rem, que estaría milagrosamente ilesa, y darle una plática por ser un cañón suelto en una reunión segura, pacífica y feliz.

Y, usando el plan de Haruto para atraer a las mabestias, usarían los poderes de hermana de Ram y Rem para derribar a las mabestias una tras otra, liberando a Haruto de la maldición. Ese sería el final de la historia.

Haruto: Así es como lo imaginaba, pero, sí...

Con una voz patética, Haruto reflexionó sobre cómo su escenario de navegación suave estaba ahora en harapos. Subaru y Haruto no vieron un solo fragmento de amistad en los ojos de Rem mientras se paraba frente a ellos.

Todo lo que sentía era una sed de sangre oscura. Aunque no podían estar seguros, no parecía que estuviera en condiciones mentales para que pudieran hablar.

La presión que emanaba de ella les hacía dudar hasta parpadear. No sabían qué podía pasar si apartaran los ojos de la amenaza que tenían ante ellos durante una fracción de segundo.

Ese mismo pensamiento trajo una sonrisa forzada a Subaru cuando se dio cuenta de que Rem lo veía como su enemigo. ¿Qué demonios estuvo haciendo todo el camino hasta aquí, entonces?

Subaru: Hey, Rem-rin, ¡es tu amigo Subaru! ¡Tu amigo!

Sin darse cuenta de que su rostro se había vuelto rígido, Subaru consiguió gritar con voz alegre. Tal vez pensó que llamar a Rem podría volverla a sus sentidos, pero Rem dirigió la cabeza hacia él, sujetándola con una mirada tan aguda que prácticamente podía oírla. "si me das una mirada húmeda, me voy a cantar..."

Subaru sintió todo el peso de su atención en él. Quizá había fracasado. La apariencia terrible de Rem sin duda justificaba ese pensamiento. El atuendo de sirviente familiar estaba completamente cubierto de salpicaduras de sangre. Una capa de sangre fresca humedecía la sangre seca debajo de ella en un horrendo patrón de dos tonos, que lucía rojo negruzco y rojo vivo.

Sus uñas eran largas y lo suficientemente afiladas como para rivalizar con las de las mabestias, tal vez un efecto de su forma de demonio. Bajo su mano derecha estaba su bola de hierro para la "autodefensa" y un charco de sangre y pedacitos de carne, una combinación excepcionalmente ominosa.

De alguna manera esperaba encontrar a Rem como esto, así que pudo mantener sus sentidos, pero si Subaru había conocido a Rem en un callejón oscuro, era seguro decir que estaría cuen por ciento con ganas de orinar sus pantalones.

Eso era lo terrible que Rem estaba en su locura macabra, y, sin embargo, en medio de todo esto, el cuerno blanco que sobresalía de su frente había mantenido su pureza y belleza. A pesar de que el cuerno era el símbolo mismo del demonio demoníaco de Rem, era lo único que parecía fuera de lugar en contraste con el resto.

Pero las circunstancias no permitían tales pensamientos tranquilos. Cuando miraron, vieron mabestias esperando detrás de las sombras de las rocas y entre los árboles del bosque. Sin duda las mabestias estaban observando cada uno de sus movimientos.

Los almorzarían en el instante en que les mostraran la más mínima apertura. Rem de pie delante de ellos, las mabestias de pie detrás de ellos sus vidas estaban verdaderamente colgando por un hilo. Subaru y Haruto no podían moverse. Las mabestias no podían moverse. Toda la situación dependería de la próxima acción de Rem.

Respiraron hondo, cerraron los ojos y miraron a Rem una vez más. No sabían si podía hacer que los ojos de Rem vacilaran, pero tenían que darle todo lo que tenían y no dejar piedra sin mover. Entonces.. "Nee-sama..."