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Capítulo 36: El Juego del Rey

Un fatídico día el 12 para ser exactos desde que habían entrado a trabajar a la mansión, las ideas de Subaru trajeron un milagro a este mundo de fantasía.

Subaru: Hey, Emilia-tan, estás estudiando para convertirte en rey, ¿cierto?

La pequeña plática de Subaru después del almuerzo cortaba el silencio. Emilia estaba sentada apropiadamente en el centro del salón para comer se giró hacia Subaru. Incapaz de resistirse, los oídos de todos escucharon su conversación. Esta coincidencia sería la primera, de muchos giros más del destino.

Sentado junto a Subaru, una chica casualmente enroscaba un mechón de su largo y plateado cabello alrededor de su dedo, su otra mano picaba afectuosamente el espíritu con apariencia de un gato. Escuchando su pregunta, Emilia gentilmente giró su cabeza.

Emilia: Sí, así es, pero ¿por qué lo preguntas tan repentinamente?

Subaru: Bueno, no es realmente, "tan repentino". Siempre ha estado rondando por mi mente, la idea de que, la chica sentada a mi lado, esa que está mirando con enojo el plato de pimientos verdes, si las cosas llegan a funcionar, sería "Rey" un día de estos.

Emilia: No me hables del Demonio verde.

Devolviéndole la broma a Subaru con la suya, una Emilia que no se molestaba, picaba su frente. La ligereza de su toque, el pensamiento de que, detrás de esas uñas se encuentra su abundante suavidad, lo absorbían. Ram observaba a Subaru desde el rabillo de su ojo mientras pasaba a un lado, cargando una pequeña bandeja con una sola taza de té, con vapor brotando de su interior.

Ram: Qué rostro tan desagradable.

Pronunció expresando su disgusto rotundamente. Subaru formó una mueca en respuesta, mostrando los dientes como un niño.

Subaru: Apareciendo así de la nada extrañamente. No vayas por ahí mirando los rostros de las personas entonces. Además, sólo traer el té para Ros-chi, ¿no es eso mucho favoritismo?

Ram: ¿Favoritismo? Esto solo es cuestión de prioridades de Ram. Por sobre todo está Roswaal-sama. Después estaría Rem, Emilia-sama y el Gran Espíritu, Beatrice-sama, detrás de una inescalable pared estaría Haruto, y en las fosas más profundas de las cuevas más mohosas... supongo que Balse estaría ahí.

Subaru: ¡No recuerdo que hubiera esa abismal diferencia de popularidad! ¡Hasta Haruto es más popular que yo!

Hinchando el pecho, Ram ignoró audazmente las protestas de Subaru. Con un movimiento casi deslizándose, ella llega hasta su amo. En la esquina de la mesa, sus ojos postrándose en un libro, Roswaal nota a Ram. Él toma la taza de té negro con un movimiento firme y lo lleva hasta sus labios, saboreándolo.

Roswaal: Hmhm~, el té que prepara Ram después de la comida de verdaaaad ayuda a relajarse. Podría decíiiirse que vivo sólo por esta taza, ¿no?

Ram: Sus palabras son demasiado amables.

Cuando hablaba con Roswaal, la actitud de Ram era realmente agraciada y obediente. Atestiguando la asombrosa diferencia en el trato frente a sus ojos, Subaru extrañamente perdió su voluntad para continuar peleando. En lugar de eso, un sentimiento depresivo comenzó a poseerle.

Rem: Por favor no te molestes así, Subaru-kun. Nee-sama sólo le está haciendo un favor a Rem.

Haruto: Sí, Subaru. Ram sólo esta siendo ella misma.

Se escucharon unas voces que reprendían el mal humor de Subaru, le pertenecían a una jovencita vestida en traje de sirvienta y a un joven vestido con traje de mayordomo, saliendo de la cocina. Con una gran bandeja en las manos, Rem y Haruto llevaban las tazas de té para los residentes restantes, Haruto repartió las tazas de Emilia y Subaru, mientras que Rem le dio la suya a su hermana y a....