SARAHI
Cuando llegué a la oficina Ezra ya estaba ahí así que apresure mis pasos para llegar a mi escritorio y comencé a trabajar.
—Tardaste en llegar.
—Tuve que llegar al hotel a dejar mis cosas —en el momento en que las palabras salieron de mi boca supe que había cometido un error.
—Que curioso, pensé que tus cosas estaban en la cajuela del taxi.
Cierro mis ojos como si eso pudiera ayudarme a ocultarme, cuando finalmente los abro él me sonríe de manera divertida —si te digo lo que hice tendría que matarte.
Él levanta una de sus cejas y sonríe ampliamente —de acuerdo.
Después de eso solo nos dedicamos a estudiar el caso, si era sincera me sentía un poco nerviosa ya que oficialmente este sería mi primer caso y lo peor era que este era sumamente difícil.
El cliente alegaba ser inocente de portación de armas y drogas, al parecer él se encontraba en casa de un amigo cuando la policía llegó al lugar de los hechos debido a una llamada anónima en la cual habían reportado ese domicilio. En el lugar solo se encontraban tres personas, el dueño de la casa, su hermano y nuestro cliente. Si era sincera estaba un poco difícil de creer que nuestro cliente no tenga nada que ver con el narcotráfico. Y era precisamente está parte donde todo se complicaba.
Leí cada detalle de la declaración y sin así sentía que algo faltaba.
—Él es inocente.
La declaración de Ezra me hace salir de mis pensamientos —¿Qué dices?
—Que nuestro cliente es inocente.
—¿Porqué lo dices?
—Te contaré un secreto —me hace una señal para que me acerque a él por lo que me apoyo sobre mi escritorio— el narcotráfico tiene sus propios abogados y este tipo de situaciones se arreglan en cuestión de días y no en meses como es el caso de nuestro cliente, además que ha sido su familia quienes han contratado nuestros servicios.
Me alejo para regresar a mi lugar y analizo sus palabras y en cierta parte él tiene mucha razón.
Al finalizar el día ambos salimos juntos del despacho y afuera está Darío esperándome.
—Sarahí, —se acerca hasta nosotros e ignora deliberadamente a Ezra —¿ya podemos hablar?
—Si no te has dado cuenta estoy ocupada —le señalo a Ezra.
—Se que es tu nuevo compañero —odio mi trabajo, siempre se enteran de todo—, pero me doy cuenta que aún no estás lista para que hablemos.
Se da media vuelta y comienza a caminar —¿Sigues hospedada en el mismo hotel donde te deje? —asiento con la cabeza— entonces te veo allá.
Ezra se marcha y yo voy por mi nena. Tengo que ser sincera, extrañaba demasiado andar en mi motocicleta, extrañaba sentir la velocidad el impacto del aire sobre mi cuerpo, todo sería perfecto si pudiera quitarme el casco y sentir el aire pero se que eso ocasionaría que me multaran, las motocicletas en mi familia son parte esencial, crecimos con ellas, literalmente, desde muy jóvenes trabajábamos en un circo en la temporada vacacional, nuestro show era obviamente con motocicletas, pero la familia dejó de hacerlo después de lo sucedido con la ex novia de mi hermano Dorek, después de eso solo regresé al circo una vez más en cambio Nathan y Edric trabajaron una última temporada antes de que Nathan se convirtiera en padre, la verdad si extraño esa etapa de mi vida pero no me había quemado las pestañas estudiando tanto para seguir trabajando en el circo. Lo bueno era que Nathan había decidido concursar en una carrera de motocross y lo más genial es que nos había inscrito a toda la familia, por lo que me quedaban dos meses para practicar.
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Viveza adoración (Saga #3)
RomanceSarahi siempre se ha caracterizado por ser una mujer fuerte pero la vida intentará patearle el trasero, solo que ella es una luchadora y no se dejará vencer. Ezra Santiesteban conocerá la otra cara de Sarahi, la mujer frágil y educada que en realid...