CAPÍTULO 21

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SARAHÍ

Al día siguiente la casa de mis padres era todo un caos, cámaras por todos lados y gente moviéndose de un lugar a otro, una maquillista muy angustiada porque Vielka se negaba a usar ni un poco de maquillaje, ella no quería ocultar nada por el contrario estaba decidida a contar su versión y dejar de ocultarse.

Después de dos horas en las que preparaban todo y finalmente pudieron grabar a Vielka, la casa por fin estaba vacía, Nadia andaba paseándose con Edric, mientras que yo me despedía de mis padres y mi cuñada, mi padre y mi hermano se ofrecieron a llevarnos a Ezra y a mi al aeropuerto, en último momento se nos unió la pequeña Ada, en cuanto a Dorek y Vielka ellos andan en la playa como cada tarde.

Al llegar al aeropuerto me despido nuevamente de mi padre, le doy un gran abrazo a mi pequeña sobrina y por último me despido de Nathan, Ezra se despide de mi familia y ambos avanzamos para abordar el avión.

No puedo negar que me siento un poco nerviosa por viajar en avión nuevamente y más que nada mis nervios se deben a mi embarazo.

Ezra toma mi mano y la entrelaza con la de él para después darme un tierno beso en el dorso de la mano —necesitas relajarte —deja un beso en mi frente— todo saldrá bien.

Decido hacerle caso a Ezra y recuesto mi cabeza en el hombro de él, cierro mis ojos y me concentro en mi respiración así lo hago hasta que caigo profundamente dormida.

Ezra me despierta en cuanto llegamos a Guadalajara, no puedo creer lo mucho que estoy durmiendo pero no puedo evitarlo en donde me acomode me quedo profundamente dormida. Ezra y yo bajamos del avión y después de recoger nuestro equipaje ambos nos dirigimos hacia la salida del aeropuerto, afuera de este veo una cara conocida.

—¿Le dijiste a tu primo que viniera por nosotros?

Ezra asiente con la cabeza —prefiero un taxi gratis a que me quieran cobrar demás.

Ezra tiene razón, los taxis que están afuera del aeropuerto cobran muchísimo. Nos acercamos hasta donde está Isaí y después de que lo saludamos los tres subimos al auto.

—¿A dónde me vas a invitar a cenar primo?

—¿Perdón?

—No creerás que te saldrá gratis el transporte, ¿O si?

Yo no puedo evitar reír y Ezra le hace saber que será otro día ya que yo necesito descansar y él necesita ir a casa de sus padres.

Al llegar a casa lo primero que hago es tomar un largo baño, al salir del baño me encuentro a Víctor sentado en mi cama, este me sonríe de manera melancólica.

—¿Estás bien?

Él asiente con su cabeza y da un gran suspiro —cuando terminó mi relación con Jayro pensé que podía llegar a tener una oportunidad contigo pero al parecer alguien se me adelantó —se pone de pie y se acerca hasta a mí y deja un tierno beso en mi frente— muchas felicidades —la verdad no estoy entendiendo nada, no se que tipo de bicho le pico a Víctor pero está muy raro —seras una madre excelente.

Mi quijada no se cae simplemente por que no soy una caricatura de esas de las que la quijada les llega al suelo —¿Cómo?

—Ezra e Isaí estaban muy preocupados por ti el día que decidiste escaparte por lo que al final Ezra me tuvo que decir la verdadera razón de tu incapacidad.

—¿No le has dicho a nadie?

Víctor niega con su cabeza —no preciosa, guardaré tu secreto hasta que sea el bebé el que te delate —con sus manos dibuja una panza en el aire.

Viveza adoración (Saga #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora