SARAHI
Cuando llego al hotel lo primero que hago es tomar un baño para después decirle a mi hermano que ya estoy en el hotel, después de decirles el número de mi habitación, Nadia y Edric llegan con varios periódicos por lo que comenzamos a buscar algún departamento accesible para mí.
—Mira conejito, aquí hay un test para saber si eres bueno en el sexo oral.
Hago rollito el periódico que tengo en la mano y comienzo a golpear a Nadia —ya se que tienen una vida sexual muy activa ustedes dos pero no tengo porque obtener detalles.
Nadia ríe a carcajadas y entre risas pide ayuda a Edric —conejito ayudame.
Mi hermano la toma en sus brazos alejándola de mi —no siempre estamos teniendo sexo como conejos.
—O por lo menos eso intentamos, ¿verdad conejito?
—Son unos cínicos —me siento nuevamente sobre la cama y los observo resignada —mejor ayúdenme a buscar un estúpido departamento en lugar de estar leyendo la parte hot de los periódicos.
Nadia vuelve a reír a carcajadas y mi hermano la coloca en la cama nuevamente, los observo un momento y me doy cuenta que a pesar de que su relación es algo rara, ellos tienen más química de la que llegamos a tener Darío y yo.
Pasa más de media noche y Nadia se ha quedado profundamente dormida mientras leía algo sobre unas posiciones para obtener más placer en la cama, está mujer es todo un caso —sabes, creo que deberían darse una oportunidad.
Mi hermano me observa sin entender de que le hablo —¿Oportunidad de qué?
Señaló a Nadia que tiene su cabeza sobre una de las piernas de ni hermano —tú y Nadia, porque no intentan ser una pareja real.
Edric sonríe de lado —mamá me dijo lo mismo hace unas semanas—, él comienza a peinar el cabello de Nadia con sus dedos— te digo un secreto —asiento con mi cabeza— hace un año que realmente no tengo sexo más que con ella, la quiero no voy a mentir pero no creo que estemos hechos el uno para el otro.
Suspiro con cansancio —sabes que ella jamás volverá a tu vida, ¿Verdad?
Él cierra sus ojos —lo sé, de hecho ya tire todos sus discos.
—Entonces no tiene caso que sigas manteniendo esa promesa cuando todo mundo sabe que ella ha tenido una larga lista de novios.
Mi hermano abre sus ojos y puedo notar cierta tristeza en ellos, se que le ha dolido pero él tiene que comprender que sus vidas jamás se volverán a cruzar.
Él se pone de pie y toma en brazos a Nadia, ella se acomoda como un bebé en brazos de su madre, insisto que ambos deberían intentar tener una relación verdadera.
Acompaño a la pareja hasta su habitación y le ayudo a mi hermano abrir la puerta, una vez que la puerta está abierta le coloco la llave en su bolsillo trasero y me despido de él para después cerrar la puerta, camino hacia mi habitación pensando en que ojalá encuentre esa persona con la que pueda tener la química que tienen ellos.
A la mañana siguiente me voy a trabajar, mi hermano y Nadia se encargarán de ir a ver los departamentos y por la tarde iremos a comer.
Cuando llego a la oficina ya todos están ahí así que me siento rápidamente en mi escritorio para comenzar a trabajar, Ezra parece igual de distraído que el día de ayer y me pregunto que es lo que realmente le ocurre.
De pronto se escucha algo de alboroto afuera de la oficina justo donde está Norma, tanto Ezra y yo nos levantamos de nuestros asientos y caminamos hacia la puerta pero está se abre de golpe y casi me golpea pero Ezra logra hacerme hacia atrás justo a tiempo.
Frente a mi está Darío con un ojo morado y el rostro molesto, no puedo evitar sonreír y eso hace que él entrecierre sus ojos hacia mí —ayer me golpea tu hermano y ahora resulta que toda mi ropa está destrozada.
ESTÁS LEYENDO
Viveza adoración (Saga #3)
RomanceSarahi siempre se ha caracterizado por ser una mujer fuerte pero la vida intentará patearle el trasero, solo que ella es una luchadora y no se dejará vencer. Ezra Santiesteban conocerá la otra cara de Sarahi, la mujer frágil y educada que en realid...