CAPÍTULO 26

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SARAHÍ

Ha pasado un mes desde que Ezra y yo acordamos de ir a mi ciudad natal hablar con mis padres y ya se nota un poquito más mi vientre, Víctor siempre me está diciendo que parece que ando estreñida en lugar de estar embarazada.
El punto es que hoy tenemos cita con el doctor para cerciorarnos que todo está bien con frijolín y además nos dirán si es niño o niña, aunque en un inicio ambos decíamos que queríamos que fuera sorpresa el sexo del bebé, fue Víctor quien nos hizo ver que sería mejor saber desde ahorita para que pudiéramos comprarle las cosas necesarias.
Lo que realmente me preocupa es que Ezra anoche me mandó un mensaje diciéndome que ya había comprado los boletos de avión para la próxima semana, la verdad estoy muy nerviosa por lo que pueda suceder, de verdad espero que mi familia no enloquezca tanto.

Está vez en lugar de irme en el auto de Víctor me voy en mi motocicleta, ya que Ezra y yo quedamos de vernos en el consultorio del doctor.

Cuando llego al consultorio Ezra ya está ahí esperándome, se acerca a mi y me da un tierno beso en los labios, la verdad adoro eso de él, es tan tierno y cariñoso pero en el sexo es ardiente y salvaje me hace enloquecer siempre, si por mi fuera solo estaríamos en la cama pero tenemos que trabajar, la triste vida de los adultos.

—Otra vez me estás viendo con lujuría —me abraza a su cuerpo— esas hormonas tuyas te están dando con todo.

—El que quiero que me dé con todo es otro.

Una enfermera que pasa a nuestro lado no puede contener una silenciosa risa por mis palabras.

—¿Cómo le hago para ponerte un filtro?

Me encojo de hombros y le sonrío.

Ambos nos separamos cuando la recepcionista dice que el doctor está esperándome, así que ambos pasamos y el doctor nos recibe con una gran sonrisa.

—¿Tomaron tus signos vitales? —niego con mi cabeza— le hablaré a la enfermera, no entiendo porque no lo hizo.

—En defensa de la enfermera, creo que no la dejamos hacer su trabajo —le sonrío a Ezra con cierta malicia y él niega con la cabeza— mi princesa es algo traviesa.

Él doctor se ve algo incómodo y solo asiente con la cabeza —le diré que te los tome antes de que se vayan —me señala la camilla y yo no tardo en subirme en ella, parezco niña en navidad aunque me fascina molestar a Ezra con decirle frijolín al bebé, muero de ganas por saber que es para darle un nombre real —¿Cómo te has sentido?

—Muy bien.

El doctor asiente con la cabeza mientras esparce el gel sobre mi vientre descubierto y comienza a mover el pequeño aparatito —¿Listos para saber el sexo del bebé? —asiento con mi cabeza— muy bien pues aquí podemos ver claramente —la verdad yo no le entiendo nada a los ultrasonidos pero está vez si logro identificar perfectamente lo que el doctor está señalando —es un niño.

Ezra tiene una gran sonrisa en el rostro y se que yo estoy igual, tendremos un hermosísimo niño.

Después de que el doctor termino de revisar que todo lo demás esté en orden Ezra y yo salimos del consultorio con una gran sonrisa que se borra en cuanto él ve la motocicleta.

—Pensé que te había traído mi primo o Víctor.

—No te molestes, además ya sabes que soy toda una experta.

Él niega con la cabeza —no tienes remedio —me coloca el casco y después se pone el suyo.

Cuando llegamos a la oficina todos esperan por saber cuál es el sexo del bebé y en cuanto se los decimos no dejan de felicitarnos y darnos abrazos, Jayro se ofrece invitarnos a comer pero yo no puedo el día de hoy ya que mi cliente y yo tenemos audiencia el día de hoy, de hecho ya voy un poco tarde y me alegro de traer la motocicleta así que me despido de todos y Ezra me pide que me vaya tranquila por salud mental de él le digo que si pero en cuanto me subo a la motocicleta la enciendo y salgo rápidamente del estacionamiento, esquivo a los autos y acelero para recuperar el tiempo perdido, si Ezra me viera ya le hubiera causado un paro cardíaco, freno de golpe cuando me percato que el semáforo cambia a rojo pero en cuanto cambia a verde vuelvo acelerar hasta que finalmente llego a mi destino, estaciono la motocicleta y corro a la audiencia por suerte el juez aún no ha llegado.

Al salir de la audiencia siento un gran dolor de cabeza y me imagino que es por que no he comido, a pesar de que ya son las ocho de la noche estoy muy feliz porque mi cliente y yo ganamos el caso, saco el celular de mi bolso y me doy cuenta que tengo un mensaje de parte de Ezra y al abrir el mensaje este dice que en cuanto salga de la audiencia le marque así que lo hago.

—Hoy me tienes que dar como a televisión viejo.

Del otro lado del auricular escucho la sexy risa de mi novio —supongo que ganaste.

—Si, estoy tan feliz —de pronto siento aún más fuerte el dolor de cabeza y siento que algo no anda bien porque comienzo a ver puntitos —Ezra tienes que venir por mi.

—¿Qué ocurre princesa?

—Es mi cabeza.

—No te muevas de ahí iré por ti.

—Si, aquí te espero.

Finalizo la llamada y me apoyo en mi motocicleta para esperar a que llegue Ezra, no se cuanto ha pasado pero siento que el dolor de cabeza incrementa y no solo eso sí no que ahora me duele mi vientre, me doy cuenta de que no puedo esperar más tiempo a Ezra y que debo ir al hospital más cercano, así que llamo nuevamente a Ezra pero no responde mi llamada así que le dejo un mensaje diciéndole que me busque en el hospital más cercano o me marque, después de eso me coloco el casco y me subo a la moto, una vez que la enciendo no pierdo el tiempo y acelero, recuerdo que cuando venía para acá vi un hospital a diez cuadras de donde estoy así  me dirijo hacia allá, en cuanto llegue al hospital preguntaré el nombre para poderle decir a Ezra donde estoy.

No puedo creer la cantidad de tráfico que hay y por si no fuera poco mi vientre ahora duele aún más, el dolor se ha vuelto insoportable y ha comenzado a nublarme la vista pero debo aguantar después de todo solo estoy a tres cuadras de donde vi el hospital.

De pronto un fuerte dolor atraviesa mi espalda baja y no creo que eso sea normal, el dolor me hace perder el control de la motocicleta y todo lo veo en cámara lenta, la motocicleta se impacta contra el costado de una camioneta provocando que yo salga volando y mi cuerpo impacta fuertemente contra el asfalto, todo mi cuerpo duele y puedo sentir algo caliente salir de mi entrepierna, a lo lejos escucho a la gente correr hacia mí, intento quitarme el casco pero mis manos tiemblan demasiado y lo único que quiero es quitarmelo para pedir ayuda.

Alguien me ayuda a quitarme el casco y es un joven veo que dice algo pero un fuerte zumbido en mis oídos me impide escucharlo y es como si mi cerebro se desconectara porque de pronto todo es oscuridad.

Viveza adoración (Saga #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora