Ezra
Me dirijo a la habitación de mi primo donde tengo guardada ropa, ya que en varías ocasiones me he llegado a quedar con él, gracias al cielo la última vez deje un traje color arena por lo que no me tengo que preocupar por la audiencia de hoy.
Una vez que estoy listo salgo de la habitación y noto que Sarahi aún no está lista ya que su puerta aún se encuentra cerrada, bajo las escaleras para después dirigirme a la cocina en donde encuentro a mi primo desayunando cereal con leche.
Isaí me observa fijamente —¿Te gusta la princesa?
Coloco agua en la cafetera y la enciendo, me giro hacia mi primo que sigue esperando por una respuesta mía —es linda.
—Eso no responde mi pregunta —dice mientras aún mastica su cereal.
—Solo se me hace linda y un poco indefensa pero luego siempre termino dándome cuenta que es muy capaz de cuidarse sola.
Recuerdo el día en que la vi la primera vez ella parecía que se rompería en cualquier momento y luego cuando comenzó a llorar tuve la necesidad de parar el taxi y abrazarla pero gracias al cielo no lo hice, porque cuando finalmente hablé ella me calló la boca con sus palabras.
Me sorprendí mucho al inicio de esta semana cuando me dijeron que sería precisamente ella mi compañera de trabajo.
El destino siempre ha sabido como reírse de mi.—No creo que sea tan indefensa como para que su hermano haya decidido rentar una habitación de mi casa.
—Sigo sin entender eso la verdad.
Isaí se ríe —yo se los dije en broma, nunca imaginé que en verdad terminarían rentando una habitación, tal vez tenga que ver con que antes trabajaban en un circo.
Me estoy sirviendo café en la que una vez fue la taza favorita del abuelo y casi derramo un poco cuando escucho las últimas palabras de mi hermano.
—¿En un circo?
—Eso me dijo él y su novia juró que eran muy buenos en lo que hacían.
—No me imagino a Sarahí de trapecista.
—Andar en leotardos reveladores no es lo mío —dice Sarahí entrando a la cocina— ¿Aún hay café?
Tomo una taza y le sirvo el resto del contenido en la cafetera —¿Entonces es verdad lo del circo?
—Claro, porque habría de mentir mi hermano —la observo endulzar su café y eso es demasiada azúcar para ella.
—Me imagino que tú hermano era una clase de domador.
Ella comienza a reír y me agrada mucho como se escucha su risa, una vez que se tranquiliza se acerca a Isaí —ni siquiera puede domar a todas las mujeres que lo quieren dejar como eunuco, ¿cómo podría domar a una bestia?
—Pense que la chinita que venía con él era su novia.
Ella niega con su dedo —ella es como una clase de amigovia y es mexicana.
—Pero ella no parece ser mexicana —Isai achica sus ojos para darse entender.
—Proviene de una familia coreana pero ella nació aquí.
—Pues es muy linda.
Sarahí asiente con su cabeza y yo me siento totalmente perdido en su conversación —entonces, ¿en qué área trabajaban tus hermanos en el circo?
Ella ve su reloj y me observa asustada —Es tardísimo, la audiencia es una hora, necesitamos irnos ahora mismo si queremos llegar.
Observo a Sarahi y me doy cuenta que ella lleva una falda demasiado entallada así que no creo que ella esté pensando en llevar su motocicleta —¿Puedes llevarnos?
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Viveza adoración (Saga #3)
RomanceSarahi siempre se ha caracterizado por ser una mujer fuerte pero la vida intentará patearle el trasero, solo que ella es una luchadora y no se dejará vencer. Ezra Santiesteban conocerá la otra cara de Sarahi, la mujer frágil y educada que en realid...