CAPÍTULO 15

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SARAHI

Tuve que quedarme una noche en el hospital para que me estuvieran monitoreando, lo único bueno es que por fin ya no tenía más dolor de cabeza, a la mañana siguiente Ezra e Isaí pasaron por mi y me llevaron directamente a la casa ya que me habían dado incapacidad de 2 semanas.

Llevo toda la mañana acostada y ya siento que el cuerpo me duele, el doctor me dijo que tenía que relajarme y tener reposo absoluto para que el embarazo pudiera llegar a termino, además me dió indicaciones del tipo de dieta que debo llevar por el momento.

Estoy por quedarme dormida por el aburrimiento extremo cuando mi teléfono comienza a sonar, me doy cuenta que es Dorek.

—¿Todo bien?

—Lo mismo pregunto, ¿porque no has respondido los mensajes de Whatsapp del grupo de la familia?

No puedo decirle que estuve internada y que apenas hoy en la mañana Ezra me dió mi celular, ambos nos habíamos olvidado de la existencia de este y de hecho estaba descargado —he tenido mucho trabajo.

Escucho como resopla con fastidio —Nathan y los demás ya van en camino y yo ya voy para el aeropuerto, ¿piensas viajar hoy por la noche o hasta mañana temprano?

Un sudor frío comienza a bajar por mi espalda, me había olvidado por completo del viaje y si no iba a este lo más seguro es que tuviera encima a uno de mis hermanos para cerciorarse del motivo por el cual no fuí, definitivamente no puedo viajar en avión ya que eso podría ocasionar estragos en mi presión, no puedo conducir mi motocicleta por la misma razón que la del avión, mi única opción es en autobús y para eso tendría que viajar hoy mismo para estar mañana con mi familia.

—Viajare hoy mismo en autobús, ya no alcance hacer reservación en avión —miento porque a pesar de que él es el único que podría ayudarme a cuidarme, también se que es él que querría matarme.

—Me avisas cuando llegues mañana para que pasamos por ti.

—Gracias.

Terminamos la llamada y lo primero que hago es prender mi laptop, una vez lista busco las salidas del autobús a Mazatlán y hago changuitos para que si haya un camión que vaya directo, mis oraciones finalmente son escuchadas y hay uno que sale a las 6 de la tarde por lo que tendría que salir de aquí a las 5, lo mejor de todo es que Ezra sale de la oficina a las siete por lo que no tengo que preocuparme por darle explicaciones de a dónde voy, ya que dijo que pasaría a verme al salir de la oficina.

Miro la hora y son las dos de la tarde así que me levanto y me dirijo al baño para darme una ducha rápida. Una vez limpia y con la mente más clara saco una pequeña maleta del clóset y empiezo hacer mi maleta, lo primero en meter es mi traje de motocross y un par de bikinis, después guardo un par de vestidos y un short, unas dos dos blusas sin manga, mis tenis, mis botas de motocross y unas sandalias, estoy por cerrar mi maleta pero recuerdo los medicamentos así que los guardo y ahora sí comienzo arreglarme.

Cuando estoy lista y ya todo está en órden me doy cuenta que faltan quince para las cinco, estoy por salir de casa cuando el celular suena una vez más, solo que está vez se trata de Ezra.

—Hola

—Hola, llamo para saber si no se te ofrece nada.

—No gracias, estoy muy bien.

—¿No te has sentido mal?

No puedo evitar rodar los ojos porque no sé cuántas veces me preguntó lo mismo durante la mañana —me siento perfectamente bien.

—Me alegra, entonces te veo más tarde.

Le digo que si y finalizo la llamada, mi lado bueno me dice que no me puedo ir así como así, por lo que voy a mi habitación y escribo una corta nota para Ezra, solo espero que no enloquezca.

Viveza adoración (Saga #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora