2.

2.7K 173 41
                                    

Hoy es fin de semana y Martha, la amiga de mi mamá que la acompaña a las citas cuando yo no puedo, vino a visitar a mi mamá, me alegra saber que mi mamá tiene a alguien más aparte de mi para poder hablar y sonreír por un buen rato.

Estaba limpiando el cuarto de mi mamá y organizando todo, al terminar me dirijo al primer piso para poder ir a tomar algo y dejar las cosas que usé para limpiar en su lugar, cuando voy llegando a la cocina las escucho hablar.

–No quiero que Mel se quede sola– Escucho que le dice mi mamá a la señora Martha.

–Ella no se quedará sola, no, porque tú estarás aquí con ella.

–No nos digamos mentiras, Martha, ayer que estuve con el doctor me dijo que mis fatigas se debían a que mi corazón está muy deteriorado, ya que la leucemia que tengo es aguda y mi sangre no llega totalmente limpia a mi corazón. – Al oír lo que mi mamá le dice a la señora Martha rompe aún más mi corazón, cubro mi boca con una mano para ahogar el llanto que se apodera de mí.

Decido entrar a la cocina y ellas al verme entrar se quedan calladas, cuando me observan saben que las escuche y mi mamá deja salir una lágrima de su rostro.

–Dime que no es cierto, mamá– Es lo único que le digo antes de tomar con suavidad su rostro para que me mire.

–Ayer que estuve en la quimioterapia, el doctor me dijo que mi corazón estaba muy cansado y no solo eso– Los ojos de mi mamá reflejan una mirada muy cansada, sé que está cansada, quisiera que todo esto fuera un mal sueño y que mi mamá estuviera sana.

–¿Qué más te dijo el doctor? – Mi mamá suelta un sollozo y me abraza.

–Mi hígado está muy inflamado y todo esto hace que el cáncer avance más rápido, hija, las quimios son muy fuertes para mí.

–Lo sé mamá, pero es necesario para que estés bien.

– Lo sé, no hablemos más del tema, ¿Por qué no sales y visitas a Nahomi?

–No quiero dejarte sola, ma–Le digo mientras beso su frente.

–No estoy sola, Martha está conmigo.

–Es cierto– Escuchamos a Martha hablar desde la puerta de la cocina. – Mel, tienes que irte a divertir, yo cuidaré de tu mamá.

Al final logran convencerme y decido ir a casa de Nahomi, mientras me baño, me dejo caer al piso y lloro un buen rato, saber que mi mamá está muy enferma y que su corazón está muy cansado, me hace sentir de la peor manera, quisiera poder salvarla, no la quiero perder, es lo único que tengo.

Al salir de baño me cambio y bajo a despedirme de mamá y de Martha.

–Nos vemos más tarde ma, te amo, adiós, señora Martha.

–Yo también mi niña, cuídate.

La señora Martha de mí se despide con mi movimiento de mano y salgo de la casa.

***

Al llegar a casa de mi mejor amiga, su mamá me recibe y me deja pasar 7 que Naho se encuentra en su habitación. Al entrar a su habitación la encuentro sentada en su escritorio.

–Hola Naho.

Ella voltea a para saludarme, pero al verme, la sonrisa que tenía en su rostro se borra apenas de observa.

–¿Qué pasa, Meli?

–Es mi mamá. – Con solo decirle que se trata de mi mamá, Nahomi me abraza y me permito llorar mientras ella acaricia mi pelo con delicadeza.

Cuando puedo hablar con normalidad, le cuento todo lo que hablé con mi mamá esta mañana.

–Lo siento tanto, Meli.

–También yo, sufro mucho viendo como mi mamá cada día se ve más cansada, me parte el corazón, solo quiero llorar, pero no quiero que me vea débil, quiero ser fuerte por ella y por mí.

–No siempre tienes que ser fuerte, Meli.

–Lo sé, pero debo ser fuerte por la dos, cuando mi mamá me encuentra llorando en la habitación por la noche, sé que sufre más.

**

Pasé toda la tarde junto a Nahomi, donde me permití llorar más y ella esperaba a que me calmara guardando silencio, mientras me abrazaba, me alegra tener a mi lado a una amiga como ella, saber que puedo soltar todo mi dolor frente a ella sin sentir que debo llorar en silencio para que mi mamá no me escuche.

Nos encontrábamos viendo una película de romance, al terminar la mamá de Nahomi entra con unas bebidas para las dos.

–Ya quisiera yo tener un hombre así de guapo como el de la película. – Con Nahomi nos reímos un poco al escucharla.

– ¿Ah sí? ¿Entonces para ti no soy guapo como los de las películas? –En ese momento el papá de Meli entra a la sala y con mi amiga nos quedamos calladas.

–Claro que sí, amor, por algo me case contigo. –La mamá de mi amiga se acerca a besarlo y Naho tiene que interrumpirles antes de que presenciemos algo que no queremos ver.

–Consigan una habitación, papás, estamos aquí presentes– Mi amiga les dice mientras nos señala a mí y a ella al mismo tiempo.

Los papás de mi amiga se van de la sala y decido que es hora de irme a ver a mamá. Me despido de Nahomi y me dirijo a casa.

***

Al llegar a casa entro y me encuentro con Martha apunto de irse, la saludo y me dice que mi mamá se encuentra durmiendo a pesar de que es temprano aún, Martha se despide de mí y se va. Subo al cuarto de mamá y le encuentro durmiendo tranquilamente, entro para poder arroparla bien y le doy un beso en la cabeza, donde ahora siempre hay un turbante de diferente color.

Aprovecho para ir a mi cuarto y hacer mis deberes y estudiar un poco. Después de unas horas bajo a prepararle la cena a mi mamá, cuando estoy por terminarla la escucho entrar a la cocina, al girarme para verla, me sonríe tiernamente, lo que hace que también le sonría. Cenamos juntas mientras hablábamos de cualquier cosa hasta que se pone seria.

–Tenemos que hablar, Mel.

–¿Qué pasa? ¿Estás bien? – Siento un vacío por dentro al imaginarme que podría estar pasando algo malo.

–No hija, solo quería decirte que esta tarde hablando con Martha, tomé la decisión de vender la casa.

–¿Y a donde iríamos, ma? – No entendí por qué vender la casa.

–Iríamos a vivir con Martha, así cuando tu estés en clases ella estará conmigo acompañándome y así no tendrá que ir y venir para acompañarme a las citas. – En la mirada de mi mamá se reflejaba cierta tranquilidad al decirme eso, no quería discutir este tema con ella, esta tarde al hablar con Nahomi me prometí cumplir todos los deseos de mi mamá sin decirle que no.

–Si eso es lo que quieres, hazlo, quiero verte tranquila y feliz ma.

Ella me sonríe tiernamente, terminamos de cenar, mi mamá espero hasta que lavé los platos y la acompañé a acostarse.

–Duerme hoy conmigo, hija. – Estaba por salir del cuarto cuando escucho a mamá, le sonrío y le digo que sí, salgo para ir a mi cuarto a cambiarme y cepillarme los dientes, para poder volver al cuarto de mi mamá y dormir con ella.

Al acostarme al lado de ella, me da un beso en la punta de la nariz y se queda dormida, aún no tenía sueño, me quedé pensando en la enfermedad de mamá, una lágrima se me escapa al pensar que en cualquier momento puedo perderle, no podría vivir sin ella, la abrazo aún más, respiro hondo para grabarme su aroma y pensando en ella y en los bellos momentos que hemos pasado, me quedo dormida en sus brazos.

——




El Arte De AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora