43.

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Noche buena.

Esta mañana me desperté muy feliz porque por fin volvería a ver a Jared. Me di un baño largo y relajante, acaricié mi panza, miles de pensamientos pasaron por mi cabeza en un minuto, cuando vayamos a ver el sexo del bebé, cuando crezca y verlo correr por la casa. Termino de bañarme y me visto con algo cómodo, me pongo unos tenis y salgo de la casa dejando todo ordenado, me subo al auto, dejo el bolso en otro asiento y cuando estoy arrancar mi celular suena, me pongo los audífonos y contesto.

–Buenos días, cariño.

–Hola, linda. Me alegra escuchar tu voz.

Sonrío poniendo en marcha el auto, había quedado con Eva en qué las dos haríamos algunas galletas y haríamos la cena.

–¿Listo para viajar?–Pregunto sintiéndome feliz.

–Sí, amor. Antes del medio día empezaron a viajar.

–Tengan mucho cuidado, por favor.

–No te preocupes, bonita. Rafael maneja bien.

Rafael es uno de los que construirán la escuela, él traerá a Jared a casa.

–Traten de llegar tarde.

Seguí hablando todo el trayecto con Jared y cuando llegué a casa de sus padres estacioné a un lado de la casa.

–Ya llegué a casa de tus padres.

–Esta bien, linda. Te llamo más tarde.

–Te amo.–Digo antes de que cuelgue.

–Te amo, cariño.

Cuelgo la llamada y me recuesto en el asiento sintiendo mi corazón brincar de felicidad, no sé que me a hecho Jared, pero a logrado que me enamoré por completo de él. Agarro el bolso y salgo del auto, camino rápido hacia la puerta y timbro, Eli me abre la puerta y me deja pasar.

–Hola, linda.–Me pongo a su altura y beso su mejilla rosada.

–Hola, Meli.–Ella me sonríe y puedo ver que falta un diente.–Se me cayó anoche.

Eli pasa su lengua por el hueco y me río.

–Te ves linda, así.–Me incorporo y sigo a la niña. Entramos a la cocina y me encuentro con Eva.

–Buenos días.–Saludo al entrar.

–Buenos días, Meli. ¿Ya desayunaste?

Ella toma de su taza y asiento.

–Sí, apenas desperté.

–Yo hice el desayuno para papá, Meli.–Elizabeth se sienta a mi lado en el mesón y señala el sartén.

–¿Qué hiciste?–Le pregunto mirándola.

–Huevos–Ella empieza contar con sus deditos y la miro tiernamente–Panqueques con fruta y jugo.

Abro mis ojos y ella asiente orgullosa.

–Mm, seguro amará tú comida.

–Mamá dice que si, ahorita viene papá, así podremos ver juntas si le gusta o no.

–Estoy segura que sí.–Eva le guiña un ojo a su hija.

En ese momento Patrick entra, besa la cabeza de su hija, besa mi mejilla y después se acerca a su esposa para darle un beso en los labios. Eli me mira y alzo los hombros, ella hace una mueca de asco y reímos al tiempo.

–Yo nunca besaré a un hombre en la boca, ¡Iugh!–Eli mueve su cabeza y todos reímos.

–Esa es mi niña.– Patrick la toma en brazos y ella le señala el sartén.–¿Para mí?

El Arte De AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora