La alarma sonó temprano y a pesar de haber dormido poco, me sentía con energía. Me levanto de la cama, la tiendo y me dirijo al baño para cepillarme los dientes, después entro a la ducha para bañarme y cuando termino salgo en vuelta en una tolla.
Del clóset abro un cajón y saco un conjunto de ropa interio. Unto crema por todo mi cuerpo y descuelgo un vestido color negro sencillo. Vuelvo al baño para poder maquillarme y peinar mi cabello, aplico perfume y salgo cerrando la puerta. Me siento en la silla de mi escritorio y me pongo unos tacones a juego con mi vestido. Me levanto y me miro en el espejo de cuerpo completo. Desde muy niña mamá me enseñó que debo quererme, que si yo me considero bonita los demás también lo pensarán. Peino mi cabello y dejo que caiga por mis hombros, me miro fijamente a través del espejo y me gusta lo que veo. Me giro para agarrar un bolso y echar lo esencial.
Salgo de mi habitación para poder irme y cuando paso por la sala, la voz de Martha me detiene.
-¿No desayunaras, Meli?- Me giro para poder observarla. Ella tiene en sus manos una taza de te y la TV esta encendida. Martha me mira de pieza a cabeza y me sonríe.- Te ves muy hermosa, ese labial rojo te queda muy bien.
Sonrío acercándome a ella para poder despedirme.
-En el camino compro algo. Nos vemos más tarde, adiós.- Le beso la cabeza y me separo para irme.
-Ve con cuidando. Si necesitas algo, me llamas.- Asiento como respuesta y salgo de la casa.
Camino un poco y compro café en un local de esquina y chicle. Cuando salgo del local paro un taxi y le doy la dirección. Empiezo a tomarme el café con cuidado y escucho mi celular sonar cuando nos detenemos en un semáforo. Miro por la ventana y observo una caneca de basura, saco mi brazo por la ventana y boto el vaso. Destapo el chicle para que me quite el sabor a café y reviso mi celular. Tengo tres mensajes. Uno de Nahomi, Samuel y Jared. Abro los mensajes por orden y contesto.
Mejor amiga: ¿Ya vas a llegar? Te estoy esperando afuera.
Yo: En diez minutos llego, no te afanes, hay tiempo.
Ella me deja en visto y abro el mensaje de Samuel, me desea suerte y le respondo un gracias. Abro el de Jared y me rio un poco.
Jared: Suerte con tu nuevo jefe, linda.
Yo: Ayudame a cruzar los dedos para que no sea un viejo amargado.
Jared: Jaja, el viejo amargado ya se fue, quedó su apuesto hijo.
Ruedo los ojos al leer el mensaje y cuando siento que el señor se estaciona, le pago. Salgo del taxi y me acerco a mi mejor amiga quien esta sentada en un banca al frente del edificio. Es un edificio muy lujoso, al final del edificio esta en nombre de la empresa: Johnson Architects.
Me acerco a Nahomi, ella cuando me ve se levanta y me abraza.
-¿Por qué madrugaste tanto?- Le pregunto a mi amiga mientras la observo. Lleva una falda tubo que esta tres dedos más arriba de su rodilla, la falda se le ciñe muy bien a su cintura y piernas, en la parte de arriba lleva puesta una camisa de seda color blanco de tiras y su cabello rojo esta recogido en una cola alta.
-Estoy muy ansiosa. Sabes como me pongo.- Ella también me mira de pies a cabeza y alza su pulgar- Te ves como una diosa, chica.
-Tú también, te ves divina.
-Yo siempre estoy divina, Meli- Dice mientras se aparta el pelo de forma diva.
Ambas sonreimos y entramos al edificio. Las puertas se abrieron solas. Cuando entramos la recepcionista nos recibió. Era una joven muy linda, quizás de mi edad o más. Ella al vernos nos sonríe.
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El Arte De Amarte
RomansaMelanie tenía una vida tranquila junto a su mamá, hasta que un día reciben una noticia inesperada. Prohibida la copia o adaptación de esta historia. Portada hecha por: @elisa_miranda_