El Arte De Amarte

32.

Jared.

Sin darme cuenta me quedé dormido, unas risas me despiertan y abro los ojos confundido, me paso las manos por la cara para despertarme. Cuando miro al frente me encuentro con una Melanie muy borracha acompañada del chico con el que estuvo sentada en el parque. Meli murmura algo y se ríe a carcajadas y el chico solo niega, me acerco rápidamente a ellos y cuando me ven Meli deja de reírse.

–¿Donde estabas?– Pregunto tomándola del brazo.

Ella arruga las cejas y se suelta de un tirón.

–Que te importa.

Ella toma del brazo al chico y mi enojo aumenta.

–Eh, estuvo conmigo toda la noche, solo esta pasada de tragos.– El peli negro habla.

–Luis, no le hables. Ese es Jared, es el que rompió mi corazón.

Melanie hace un puchero y mi corazón se rompe al oírla. Ella jala del brazo a Luis para llegar a la puerta, yo los sigo y cuando Meli intenta abrir la puerta las llaves se le caen varias veces, se las quito de la mano y abro la puerta para que pueda entrar.

–Ven.–Luis me mira con cautela y lo miro mal.

–Meli, tengo que irme a casa.

Por la forma en la que habla el chico sé que no esta borracho como Melanie que arrastra las palabras y se ríe de todo. Cuando mi mirada se encuentra con la de ella, doy un paso para acercarme pero Meli retrocede.

–No me dejes sola con él.

Luis me mira esperando respuesta y con una señal le digo que se vaya.

–Por lo menos deja que la lleve a su cuarto.– Él me mira con cautela y asiento con la cabeza, inhalo profundo.

–Pero no te vayas, ¿ok?

Luis asiente y empiezan a caminar a su cuarto, los sigo porque no pienso dejarlos solos y cuando Meli mira por encima de su hombro me saca el dedo medio. Cuando entran el chico la sienta en la cama y le murmura algo que no logro escuchar pero hace que Meli se ría y se ponga un dedo en la boca, Luis se incorpora y camina para salir, cuando pasa por mi lado lo tomo del brazo.

–¿Donde estaban?

–En casa de un amigo, no te preocupes, la cuidé bien.

Miro a Melanie por un segundo y veo que estar por quitarse la ropa.

–Gracias por traerla.

Luis asiente, camina por el pasillo hasta que sale de la casa cerrando la puerta. Vuelvo a mirar a la chica que me tiene loco y la veo forzar con el saco que lleva puesto, me acerco y tiro un poco para sacárselo de la cabeza, cuando ella me mira sus ojos se entristecen y aparta su mirada.

–No te quiero ver, vete.

–Meli...

–Callate. ¿Qué parte de que no quiero verte no entiendes?

Ella se levanta de la cama y pasa por mi lado, me giro y la veo quitarse el jean. Su cuerpo semi desnudo queda frente a mi ojos y maldigo internamente todo lo que pasó esta noche, si no hubiera dejado pasar a Yuri estaría bien con mi novia.