Ya era sábado y me encontraba desayunando con Jared y Lidia. Ella se encargaba de asear la casa cada sábado, además que es una señora muy amable.
–¿Cuánto llevan juntos?– Lidia nos miraba con una sonrisa de complicidad.
–Un mes.
Respondí mientras llevaba mi último bocado a la boca. Jared aprieta mi muslo por debajo de la mesa y me mira con ternura.
–No sabes todo lo que he tendido que aguantar, Lidia.–El chico a mi lado se hace el sufrido y le pego levemente en el hombro– Si ve, Meli me maltrata.
Nos reímos al tiempo y Jared se limpió una lágrima falsa.
–Muy chistoso.
Él me besa la cabeza, Lidia se levanta y recoge nuestros platos.
–Gracias, Lidia.
Le agradecemos por el desayuno y salimos de la cocina. Subimos al cuarto de Jared y entramos.
–¿Quieres que bajemos a la piscina?
–Sí. Pero primero me daré un baño.
–¿Invitamos a Samuel y Nahomi?
–Claro, llámalos tú.
Él asiente y entro al baño. Me desnudo y entro a la ducha, esparzo jabón por todo mi cuerpo, dejo que el agua caiga de nuevo y me retiro todo. De repente siento sus manos en mi cintura y un beso en mi hombro.
–¿Puedo bañarme contigo?
Jared me gira y quedo mirándolo fijamente. Sus ojos traían ese brillo especial y una sonrisa traviesa apareció de repente. Pase mis manos por su cuello, lo acerco más y lo besé. Sus labios sabían a gloria, a deseo y amor. Jared apretó su agarre en mi cintura y pude sentir como se empezaba a poner duro. Con el agua bajando y mojandonos en el proceso Jared me pegó a la pared, un gemido se me escapo al sentir sus dedos en mi clítoris.
Mordí su labio inferior, sus dedos trazaban círculos quedándome sin aire. Bajó por mi cuello dejando besos por el camino hasta llegar a uno de mis senos. Se metió uno a la boca y succionó con fuerza, arquee mi espalda gimiendo cuando sentí un dedo en mi interior, tiré de su pelo y lo miré, me sonrió y siguió bajando hasta mi puente venus, bajó un poco más y pude sentir su lengua acariciar mi entrada. Después de unos segundos de tortura lo volví a mirar.
–Te... quiero dentro.
–Pídemelo.
Tomé una respiración profunda, volví a gemir siendo su dedo salir y entrar.
–Co... Cojeme.
Él se incorporó y me besó con rudeza. Me alzo y enrosque mis piernas en su cadera, me penetro lentamente y gemimos al tiempo. Empezó con un movimiento lento, sentí que me torturaba.
–Más rápido, Jared.
Aceleró más el ritmo, hundí mis dedos en su cabello tirando de él.
–Me encantas...
Pude sentir miles de sensaciones recorrer mi cuerpo, su voz era ronca y llena de deseo. Su respiración chocaba con la mía, salió de mi y proteste al sentir un vacío, él me giro y mis pechos quedaron contra la pared, desde atrás volvió a penetrarme, volvió a bajar sus dedos hasta mi clítoris y movió sus dedos, nuestros gemidos se ahogaban con el sonido del agua cayendo, sentirlo entrar y salir de mi se sentía exquisito, me apretó una nalga y subió sus manos hasta mis pechos, los apretó con fuerza y siguió moviéndose con fuerza. Podía sentir el orgasmos muy cerca, su mano apretó mis senos y pasó sus dedos por mis pezones. Minutos después llegué al orgasmo al tiempo que él. Jared hundió su rostro en mi cuello, pude sentir su aliento, su pecho subía y bajaba al mismo ritmo que el mío. Cuando nuestras respiraciones estuvieron normal él se separó de mi, besó mi espalda y me giro para padre otro beso. Volvimos a bañarnos, él pasaba la esponja por mi espalda, después la pasé por su cuerpo y terminamos de bañarnos.

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El Arte De Amarte
RomanceMelanie tenía una vida tranquila junto a su mamá, hasta que un día reciben una noticia inesperada. Prohibida la copia o adaptación de esta historia. Portada hecha por: @elisa_miranda_