Hoy es el día del entierro de mamá, me desperté antes de que amaneciera y no he vuelto a dormir más, siento un vacío en mi al recordar a mi mamá, con una bella sonrisa, siempre tarareando una canción cada vez que cocinaba, me va a hacer mucha falta, me permito llorar más abrazando una almohada.
Decidí ir al cuarto de mamá y acostarme en su cama, todavía olía a ella, me quedé mirando un punto fijo, pensando en la última vez que dijo que me amaba, estaba tan concentrada que no escuché cuando Nahomi entro al cuarto.
–Hola Meli. ¿Cómo te sientes? – Me incorporé en la cama para poder verla y vi que traía un tazón con cereal y yogurt. Se sienta cerca de mí y me tiende el tazón.
–Me cuesta asimilarlo, siento un vacío aquí– Le dije a la vez que me ponía una mano en el corazón. Naho me dedico una sonrisa triste.
–Anda, come, Martha me dijo que anoche no cenaste. – Asentí y empecé a comer. – Esta mañana Samuel me llamó para saber cómo estabas, adivina que me dijo– Hizo un movimiento con las cejas sonriendo.
–¿Qué te dijo? – No tenía ganas de adivinar, estaba cansada.
–Me dijo que Jared preguntó por ti– Hizo un movimiento con las manos como si la cabeza le explotara. – Según Samuel, anoche que te llevó a la cama, se quedó preocupado por ti y por eso apenas despertó, llamó a Samuel.
–Es muy tierno de su parte, Naho. – En ese momento recordé la caricia en el cachete, supe de una vez, que fue él.
–Y muy atento de su parte, también me dijo que hace mucho no se preocupaba por alguien más. –Mi amiga me regaló una sonrisa y soltó una risita. – Creo que le gustas.
–Por favor, Naho– Rodé los ojos y dejé el tazón ya vacío en la mesa de noche que estaba al lado de la cama. – La primera vez que lo vi fue cuando salí del baño y me hizo tropezar. – Mi amiga frunce el ceño confundida.
–¿Y no me dijiste nada? – Alce los hombros restándole importancia y mi amiga negó con la cabeza.
–Por cierto, ¿cómo conociste al amigo de Samuel? – Le pregunté mientras me acomodaba mejor en la cama.
–Se llama Jared y lo conocí dos días antes de que te llevara por el puesto, con Samuel son mejores amigos desde que son niños.
Con Naho seguí hablando lo que quedaba de la mañana hasta que tocó el tema de mamá, lloré unos minutos más y después de almorzar, me ayudó a alistarme para el entierro de mamá.
***
Ya eran las tres en punto y nos encontrábamos en el cementerio, la gente que nos vino a acompañar le estaba dando el último adiós, Naho estaba de pie al lado mío cogiéndome la mano y al lado de ella se encontraba su mamá, Martha estaba hablando con unas personas cerca del ataúd donde estaba mamá.
–Hola, Samu. – Escuché hablar a Naho mientras me soltaba la mano para saludar a Samuel que acababa de llegar, él le dedica una sonrisa tierna a mi amiga y la abraza, a los segundos se separan y se acerca a mí.
–Hola Meli. – Me da un beso en la frente y me abraza. – Quiero decirte que no estás sola, si necesitas algo puedes contar conmigo.
–Gracias, Samu. –Le doy un abrazo y él me aprieta un poco. Cuando me separo de él, me doy cuenta de que Jared lo acompaña, se acerca a mí y me da el pésame.
–Gracias por venir, chicos. – Naho me abraza y se me escapa una lágrima.
–Oye Meli– Martha se acerca a nosotros mientras me llama. – Ya van a enterrar a tu mamá.
Respiro profundo y asiento. Me acerco a su ataúd y paso mis dedos sobre él.
–Te amo, ma, saluda a papá de mi parte. – Suelto unas lágrimas y le doy un beso al ataúd. Cuando terminan de bajarlo hasta tocar la tierra, me agacho y cojo tierra con mi mano, la acerco al hueco en donde descansará mamá y suelto la tierra en el hueco.
–Ven Meli, deja que terminen de hacer lo que falta. – Negué rápidamente, no quería irme de su lado, la quería aquí conmigo. – Samuel, ayúdame. –Cuando sentí los brazos de Samuel, me solté rápido, pero logró que me levantara del piso y nos alejamos un poco para que pudieran enterrar a mamá.
Me aferre al cuerpo de Samuel, mientras miraba como tapaban el hueco donde estaba ahora ella. Nahomi se me acercó y tomó de la mano fuerte, al lado de ella apareció Martha con la mamá de mi amiga, Jared tenía su mano puesta en el hombro de su amigo. Las lágrimas seguían bajando y yo sentía que una parte de mí estaba siendo enterrada con mamá, cuando terminaron, la mayoría se retiró del lugar y yo me acerqué a su lápida donde ahora decía:
Señor y señora Williams.
Grandes padres y amigos.
Me senté en el piso y pasé mis dedos por la lápida, Nahomi me acercó unas flores blancas y se las puse en el lugar que había en la lápida.
–Los amo y siempre los amaré.
***
Cuando llegamos del entierro me encerré en el cuarto y me metí a bañar, me quedé ahí no sé por cuanto tiempo, hasta que Nahomi fue a sacarme del baño, me ayudó a levantarme y con una toalla cubrió mi cuerpo, me ayudó a vestir y a peinarme ya que me encontraba en un estado neutro y no quería hacer nada.
–Te he preparado algo para que cenes. – Me tomó de la mano y me sacó de la habitación, al entrar a la cocina me di cuenta de que Samuel y Jared aún seguían aquí.
–¿Dónde está, Martha? – Jared fue el primero en hablar.
– Esta en su cuarto, ya le llevaron la cena y se durmió. – Asentí y en ese momento Nahomi nos sirvió a los cuatro. – Si no te molesta estaremos aquí los tres por si necesitas algo, también puedes contar conmigo si lo necesitas. – Sonreí al escuchar a Jared, sin conocernos bien, ha estado aquí apoyándome con Samuel y Nahomi.
–Gracias, chicos. – Una lágrima rodó por mi mejilla, en parte de mi sentía feliz al sentirme acompañada por ellos. Jared que estaba sentado cerca de mí, me limpió la lágrima. Gire a ver a mi amiga y a Samuel, quienes nos miraban con una sonrisa.
Cené en compañía de ellos tres, me preguntaron si quería ver una película, pero les dije que estaba cansada, me dirigí al cuarto y me quedé dormida.
***
Cuando desperté, miré la hora y ya era media noche, la puerta de mi cuarto se abrió y entró Naho.
–Creí que estabas trabajando. – ella me sonrió y terminó de cerrar la puerta.
–No, Samuel me dio la noche libre para poder acompañarte, él y Jared si se fueron al bar.
–¿Tú sabes en qué trabaja Jared?
–Sí. ¿Por qué? – Ella se sentó del otro lado de la cama.
–Porque siempre lo veo en el bar y se va tarde con Samuel, llegué a pensar que no trabaja.
–Si trabaja, sus padres son dueños de una empresa de construcción. Jared trabaja en la parte de diseño y en unos meses, será la cabeza de la empresa, sus padres se jubilarán para poder ir a viajar por el mundo.
–¿Entonces por qué se va tan tarde, no dormirá? – Mi amiga se quedó pensando y dijo:
–De pronto entra más tarde que los demás.
Nos quedamos en silencio un rato y la imagen de mamá se me vino a la mente, no sé qué haría sin ella, quiero tenerla aquí a mi lado, quería que fuera a mi ceremonia y que me viera recibir mi cartón de la universidad. Abracé a mi mejor amiga y lloré hasta quedarme dormida.
———
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El Arte De Amarte
Любовные романыMelanie tenía una vida tranquila junto a su mamá, hasta que un día reciben una noticia inesperada. Prohibida la copia o adaptación de esta historia. Portada hecha por: @elisa_miranda_