El tiempo se a pasado en un abrir y cerrar de ojos, ya estamos a veintitrés de octubre, mi cumpleaños será mañana y debo admitir que el no tener a mi madre aquí, que me despierte con millones de besos en la mañana y me haga apagar unas velas en un pequeño pastel, me ponía muy triste, pero me reconforta tener a personas como mi mejor amiga, Jared, Martha y Samuel en mi vida, quienes me han apoyado desde que mi madre se murió.
Las cosas han ido a un bien ritmo y con Jared logramos obtener ese paz que tanto anhelabamos, nuestra relación está en el mejor momento y no quiero que nada ni nadie no quite la paz. Nahomi cada día se ve más radiante gracias a la compañía de Samuel, me alegra saber que ella tiene a alguien que vale la pena y que lucha por ella y aunque Samuel aveces sea algo torpe sé que es un buen novio para mi amiga y sé que aveces me comporto como una mamá un poco fastidiosa pero no quiero que mi mejor amiga salga lastimada, es una hermana para mí y lo que a ella le duela me va a doler a mí. Los padres de Jared volvieron a viajar, la última vez que los vi fue un día después de que la madre de Jared fue al trabajo para verlo, la señora Eva y el señor Patrick son unas personas tan cariñosas que me hicieron sentir parte de familia, especialmente Eva, su personalidad tan carismática, alegre, llena de vida y aunque Patrick aveces se muestre serio sé que es un gran hombre, esposo y padre, el orgullo que tiene hacia a Jared es tan grande que se nota cuando habla de él.
–¿Tú regalo llegará a más tardar mañana en la tarde, quiero que recibas algo de mi parte.–Una sonrisa se instala en mi rostro al oír las palabras de Martha.
–Eres muy dulce, aunque sabes que no era necesario, hiciste mucho por mamá y por mí.
–No seas terca y acéptalo, me hará feliz que te guste.
–Gracias, Martha.
–Sabes que es con todo mi amor.–Escucho unos murmullos en la línea, Martha susurra algo.– Tengo que irme, llámame pronto.
–Adiós.
Y cuelga. Me recuesto en el sillón de mi oficina y estiró los pies. Hoy tuve que venir sola ya que Nahomi tiene una gripa que no la deja vivir. Miro la hora en el celular y decido ir ordenado todo para poder salir, tenía miles de cosas regadas en el escritorio, guarde los lápices en su estuche y metí en un cajón, me pongo el abrigo beige, me acerco a la puerta y antes de cerrar apagó luces y me dirijo al ascensor. Subo al piso de Jared y me encuentro con Susy saliendo de su escritorio, cuando sus ojos se encuentran con los míos una sonrisa adorna su ya arrugado rostro.
–¡Melanie! Que bueno verte.
Sus delgados brazos me rodean y le devuelvo el abrazo.
–Lo mismo te digo, te ves muy bien hoy.
Susy se sonroja y no puedo evitar sonreír.
–Tengo una cita con mi ex esposo.
Abro los ojos sorprendida.
–Oh, pues como luces estoy segura que querrá volver contigo.
–A esta abuela todavía le queda algo de sabrosura.
Ambas soltamos una risa y ella mira la hora en su pequeño reloj de muñeca.
–Voy tarde, nos vemos.
Susy pasa casi que corriendo y entra al ascensor, me dirijo a la oficina de Jared y cuando abro puerta, un grito me hace brincar del susto.
–¡Es que no puede ser posible!– Entro cerrando la puerta, Jared está de espaldas a mi viendo por el gran ventanal– Nunca había pasado algo así en el tiempo que lleva está empresa, es inaceptable.
Me acerco despacio esperando a que él se gire pero eso no sucede, lo veo revolverse el cabello y meter su mano en el bolsillo delantero.
–Quiero que el responsable pague por todo, no quiero excusas, no quiero nada, solo que esto se solucione.– Jared vuelve a quedarse callado y cuando estoy lo suficientemente cerca de él paso mis manos por su torso abrazándolo y dejo un beso en su espalda, Jared me mira por encima de su hombro y su mano libre la pone encima de las mías.– Te llamo más tarde, adiós.
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El Arte De Amarte
RomanceMelanie tenía una vida tranquila junto a su mamá, hasta que un día reciben una noticia inesperada. Prohibida la copia o adaptación de esta historia. Portada hecha por: @elisa_miranda_