34.

1.1K 66 5
                                    

Han pasado tres semanas desde lo ocurrido.

Jared a estado conmigo pero también respeta mi espacio cuando se lo pido y aunque en sus ojos vea dolor, aún no me siento muy segura de regresar con él. En el trabajo todo va bien y aunque hay días en los que hay mucho trabajo cuando se acaba el día es un alivio.

Me encuentro llegando a la oficina ya que tuve que salir e ir a casa de Martha para buscarle unos papeles y enviárselos, ya son las tres de la tarde faltaban cuatro horas para salir de trabajar. Entré a la ocifina saludando a Elisa que siempre esta en recepción, oprimo el botón del ascensor y me quedo de pie esperándolo, un hombre alto de traje se para a mi lado cuando las puertas se abren, entro primero seguida del hombre y espicho el botón del último piso, debo avisarle mi llegada a Jared.

–Buenas tardes, señorita.

El hombre a mi lado me sonríe.

–Buen día.– Le doy una sonrisa de boca cerrada.

El tipo el alto, su cabello esta peinando para atrás, sus ojos color miel me resultan conocidos, su porte da seguridad y poder. Cuando las puertas se abren el hombre me hace un señal para que salga primero.

–Gracias.

Me doy cuenta que Susy no esta en su puesto así que voy directamente a su puerta, toco una vez y cuando escucho su voz abro la puerta, miro disimuladamente al hombre detrás de mi y entro. Cuando sus ojos se encuentran con los míos se iluminan, Jared me sonríe mostrando sus lindos dientes, pero cuando se fija en el hombre a mis espaldas su ceño se frunce un poco para después volver a sonreír.

–¿Qué haces aquí?– Jared se levanta de su silla y rodea su escritorio. Arrugo mis cejas pensando que me habla a mi pero sus ojos están fijos en el hombre a mis espaldas.

–¿No puedo venir a visitar a mi hijo?

Mis ojos se abren tanto por la impresión que me giro para ver al hombre, Jared lo abraza y ahora entiendo porque sus ojos se me hacían conocidos. Cuando los dos hombres se separan Jared me mira y se acerca a mí.

–Hola, bonita.

El padre de Jared frunce su ceño y le doy una sonrisa a Jared.

–Hola.

Sus labios se encuentran con los míos, aún no tenía claro si quería volver con él, pero Jared no perdía la oportunidad de besarme.

–Que bueno llegas, este señor de aquí es mi padre.

–¿Melanie?–El padre de Jared pasa sus ojos por todo mi cuerpo y cuando vuelven a mis ojos sonríe para mirar a su hijo– Así que eres la famosa Melanie.

Jared se rasca la cabeza y yo lo miro confundida.

–Un gusto, señor.

–Patrick. Mi hijo me a hablado mucho de ti.

–Espero sean cosas buenas.

Suelto una risita y Jared me toma de la mano, lo miro por un segundo y el trata de soltarme la mano pero no lo dejo ante la mirada de su padre.
Los tres tomamos asiento y yo me quedo en silencio sin saber que decir.

–A mi bella esposa le gustará conocerte, Melanie.

Miro a Jared un segundo y después a Patrick.

–Sería un gusto conocerla, Jared a hablado maravillas de ella.

–Ven esta noche a cenar, Melanie.

–Padre.– La voz de Jared me hace mirarlo, sé que no quiere presionarme y aunque antes de terminar habíamos quedado en que los conocería ahora es diferente.

El Arte De AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora