El Arte De Amarte

28.

Una ola de celos se apodera de mi cuando la tal Yuri sale junto con Jared. Ella nunca se a acercado a nosotras y justo cuando Jared esta con nosotras ella se nos une. ¡Agh! Miro a mi mejor quien también tiene su mirada fija en la puerta por donde desaparecieron los dos.

–No me gusta para nada esa chica.–Nahomi me mira y hace una mueca.

–Creeme, a mi tampoco.

–No te preocupes, Jared siempre a dado tu lugar.

–Yo confío en él, Naho, pero no en ella. ¿Viste qué no le quitaba la mirada?

–Nisiquiera parpadeaba la chica.

Volteo los ojos en un gesto de molestia.

–Bueno, tenemos hoy y mañana para darle los últimos detalles a nuestro diseño.

–¡No puedo creer que se haya pasado la semana rápido!–Mi mejor suelta un suspiro y se pone a dibujar en su cuaderno.

Compartimos ideas, comentarios para que nuestro proyecto quedara lo mejor posible. Trataba de ignorar la imagen de Yuri mordiéndose el labio al mirar a Jared y aunque él no la miraba no puedo evitar sentir celos.

Después de horas y horas trabajando llegó el medio día. Me paso las manos por el cabello y suspiro, un dolor punzante se instala en mi cabeza y hago una mueca. En ese momento Camilo se sienta al lado de mi mejor amiga.

–Hola, chicas.–Nos saluda al vez que alterna su mirada en cada una. Él siempre tiene una sonrisa que lo caracteriza.

–Hola, Camilo.–Naho responde a su saludo y chocan los cinco. Al parecer se han vuelto más amigos.

–¿Cómo va tú día?–Pregunto al chico rubio.

–Al parecer mejor que a ti.– Camilo suelta se ríe y mi mejor amiga me mira buscando una respuesta.

–Tengo dolor de cabeza.–Nahomi busca entre su bolso y me tiende una pastilla.–¿Qué haría yo sin ti? Gracias.

–Seguir sufriendo por un dolor de cabeza.

Meto la pastilla en mi boca, abro la botella de agua y tomo un poco para tragar.

–Chicas, quiero su atención.–Camilo pone sus manos sobre la mesa.

–Te escuchamos.–Digo para que él siga hablando.

–Quiero que vayamos almorzar los tres, me la deben.

El chico rubio nos señala con su dedo índice y Nahomi asiente aceptando.

–Camilo tiene razón, Meli.–Mi amiga alza sus hombros.

–La tiene.–Respondo.

–Oh, ¿Pero Jared ya te había invitado, no?

–Si quieres invitarlo, por mi esta bien.–Camilo habla, miro sus ojos y veo total sinceridad en ellos.

–Iré por él, nos vemos abajo.

–Dale, linda.–Nahomi se levanta junto con Camilo y yo los sigo.

Esperamos los dos ascensores y estos se abren al tiempo, entro a uno y ellos en el otro. Espicho el botón del último piso y las puertas se cierran. Salgo de este cuando se vuelve a abrir y camino hasta el escrito de Susy, ella no esta sola.

–Hola, Susy.– Saludo al verla.

–Hola, quierida. ¿Cómo va tu día?– Ella me regala un sonrisa tierna.

–Bien, gracias. ¿Y el tuyo?

–Oh bien, con mucho trabajo. ¿Buscas a Jared?

–Sí. ¿Está en su oficina?