42.

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–Hola, hermosa.

Jared me sonríe y muevo mi mano.

–Te extraño mucho.–Hago un puchero cuando termino de hablar.

–También me haces falta.–Jared se recuesta en el sillón.

–¿Cómo estuvo el trabajo?

Jared suspira y cierra los ojos un segundo.

–Agotador, por suerte solo falta una semana para volver.

–Ya quiero que llegues.–Con el tiempo me había vuelto más cariñosa, aveces sentía que soltaba mucha miel.

–Yo igual, mi madre me llamó hace unas horas y me dijo que si llegaba tarde me iba a halar las orejas.

Suelto una carcajada al escucharlo, la señora Eva me parecía un amor, pero cuando la hacían enojar daba un poco de miedo.

–No queremos que pase eso, además te tengo una sorpresa.

Sonrío orgullosa y Jared frunce su ceño.

–¿Puedes darme una pista?

Niego.

–Tendrás que esperar, pero estoy segura que te gustará.

Continúe hablando con Jared por unas cuantas horas más hasta que la noche cayó, deje mi laptop en el escritorio y salí para prepararme la cena, tenía pereza de cocinar así que cené cereal con yogurt y cuando termine lavé el tazón y volví a mi cuarto, me acosté en la cama y prendí la tv para ver una película. No había terminando la película cuando apagué el televisor y me dormí.

***

Iba manejando hasta el centro comercial para que me arreglaran el cabello. Estacioné mi auto y bajé, subí las escaleras eléctricas hasta el cierto piso donde quedan los salones de belleza, cuando entré saludé a Erick quien conocí un día con mi mejor amiga cuando vinimos a hacernos las uñas, es un chico muy agradable y su novio también lo es.

–Hola, guapa.–Erick besa mis dos mejillas.

–Hola, guapa.–Le guiño un ojo y el mueve su cabello rubio.

–Soy más que guapa, linda.

–Eres perfecta.–Hablo y él me señala una silla y me siento.

–¿Qué quieres el día de hoy?

–Un pequeño corte y uñas.–Hablo y le enseño mis uñas, el esmalte esta caído y feo.

–Esta bien.–Erick empieza a mojar mi cabello y empieza a cortarlo.–¿Donde dejaste a Jared?

Miro al chico por el espejo y sonrío.

–Esta trabajando, sabes que él es muy dedicado a su empresa.

–¡Ni que lo digas, querida!–El rubio tuerce los ojos– Ese bombón debería tomarse un descanso.

–¿Cuál bombón?–Raúl, el novio de Erick aparece y me saluda.–Hola, linda Meli.

–¿Cómo estás, Raúl?–El novio de Erick también es rubio, alto de ojos azules.

–Bien, linda.–Raúl toma mi mano y niega.–Te estabas demorando en venir, querida.

–He estado ocupada.

Raúl niega, se va un momento y después vuelve con algodón para quitarme el esmalte y cuando Erick termina me levanto para ir al lugar donde hacen las uñas.

–¿Cómo vas con?–Erick se sienta al lado de su novio, cruza la pierna y me mira.

–Ya sabes, feliz.

El Arte De AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora