19.

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-Sí.

Al oír esa respuesta la volví a besar, Melanie arqueo la espalda y se desabrochó el brassier, puso una mano en mi pecho y me hizo separarme un poco, con su mirada fija en la mía se quito el brassier, mi ojos lentamente se desplazaron hacia sus pechos. Tienen un tamaño perfecto. Sus manos acariciaron mi pecho hasta subir a mi cuello, tiro de mi para volver a besarme, con una mano apreté su seno, pasé mi pulgar por su pezón y sentí como se endurecían. Bajé dejando besos húmedos por cuello hasta llegar a uno de sus pechos, metí uno en mi boca y succione con fuerza, con mi otra mano acaricie el otro pecho.

Melanie bajó una de sus manos hasta mi erección, acariciando por encima del pantalón, me incorpore un poco para poder quitarle la última prenda que la cubría. Con mis ojos viajando por todo su cuerpo le retire lentamente el panti de encaje. Miles de pensamientos pasaron por mi cabeza al verla tan expuesta a mí. Ella definitivamente es una mujer muy hermosa, sus ojos negros se veían más oscuros, entre abrí un poco mis labios cuando la vi sentarse en la cama, con sus dedos desabrochó mis pantalones y los bajó de un tirón junto con mi boxer. Mi eminente erección quedó justo ante sus ojos, con una mano lo agarro y paso sus manos, empezó a mover con ritmo su mano y después lo metió en su boca. La agarré del pelo dejando que ella marcara su propio ritmo.

-Oh, Meli.

Su lengua sabía lo que hacia, ella sabia muy bien lo que hace. Después de unos segundos la separo de mi y la obligo a acostarse, abro sus piernas para mi, acaricio su entrada con mi dedo y hundo primero en un dedo, lo muevo lentamente, acerco mi rostro hasta su entre pierna, succiono, lamo y vuelvo a succionar, con mi pulgar toco su clítoris y ella arquea su espalda.

-Más rápido.

Melanie enreda sus dedos en mi cabello exigendome más. Me separo de ella y la escucho protestar, saco del cajón un condón.

-Yo te lo pongo.

Accedo a sus palabras, ella rasga el envoltorio y con sus dedos ágiles me pone el condón, verla con sus mejillas sonrojadas, su pelo un poco desordenado, sus labios hinchados y ella poniéndome el preservativo me estaba volviendo loco. La volví a besar cuando acabó su tarea y la recosté de nuevo en el colchón.

-Hazlo ya.

La penetre de una sola estocada y gemí al sentirla. Moví mi pelvis hacía delante y hacia atrás aumentando el ritmo, sus gemidos me ponían más y la penetre con más fuerza. La besé con ganas ahogando sus gemidos. En un momento rápido Melanie quedó encima de mi, empezó a moverse marcando un ritmo placentero.

-Melanie eres tan...-Ella seguía moviendo sus caderas contra mi, verla de esta forma me volvia loco- bella.

La agarre de sus curvas con fuerza, la sensación que siento es tan placentera, la agarre del cabello atrayendola hacía mi para poder besarla con fuerza y deseo.

-Ya casi.

Su voz se escuchaba entre cortada, la gire para quedar encima de ella, me moví con mas fuerza sintiendo el orgasmo cerca.

-Acaba para mi, Meli.

Minutos después juntos alcanzamos el orgasmo, pegué mi frente contra la suya, su pecho subía y bajaba al mismo ritmo que el mio. Me separe de ella para poder botar el condón al baño, cuando volví ya estaba debajo de las sabanas, me tendió la mano y me acosté junto a ella. Con su pecho pegado al mio la abrace con fuerzas.

-Te quiero.

Mi pecho me infló de felicidad al oírla, definitivamente Melanie me tiene en sus manos.

-Te quiero, bonita.

Besé su frente y la oí suspirar. Segundos después sentí su respiración más pausada. Se había quedado dormida. Me acomodé mejor sin despertarla, cerré lo ojos inhalando su aroma para quedarme dormido junto a ella.

El Arte De AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora