24.

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Me encontraba ya en casa de Jared, él no había llegado conmigo ya que tenía que pasar por la casa de sus padres. El agua cae por mi cuerpo mientras me retiro el jabón. Cuando termino me envuelvo en una toalla y salgo, busco todo lo que necesito para cambiarme y me visto, cuando estoy lista me pongo unos tenis y me arreglo la cola de caballo.

Hoy sería la última noche en la que trabajaría en el bar de Samuel, bajo las escaleras y me siento en la sala, prendo la tv, me acuesto en el sofá y mis pies quedan colgando para no ensuciarlo por mis tenis, me quedo viendo una película que apareció cuando encendí la tv. Mi celular vibro dentro de mi bolsillo, lo saco y contesto sin mirar quien llama.

-¿Hola?

-Hola, Meli.

-Martha. ¿Cómo estás?

-Bien, gracias.

-¿Cómo va todo por allá?

-Mi hija ya se encuentra mucho mejor, llegamos a un acuerdo pero cuando vuelva te cuento.

-Esta bien. ¿Cuándo vuelves?

-Si todo sale bien, el sábado o domingo.

-Esta bien, o sea que estarás para el cumpleaños de mi madre.

-Sí, mi niña.

Seguí hablando unos minutos más con Martha hasta que su nieta la llamó, cuando colgamos dejé mi celular a un lado y vi la tv, no se de que iba la película pero igual seguí viéndola hasta que me quedé dormida.

***

Me encontraba en el patio de mi antigua casa, sentada junto a mamá tomando limonada, ella tenía su cabello negro recogido en una trenza, llevaba puestos unos lentes de sol redondos que compró en aquella tienda, diciendo que estaban de moda y entonces las compraría. Mi madre movía sus labios pero no la lograba escuchar.

-No te escucho, madre.

Ella seguía hablando y hablando hasta que su rostro se giro hacía mi, su cabello se soltó de pronto y empezó a caerse, su rostro se veía más demacrado pero mi madre seguía sonriendo.

-Siempre serás la niña de mis ojos.

Mi madre se levantó de su silla y empezó a caminar entrando a la casa, la seguí corriendo, atravesé la sala, estaba por abrir la puerta.

-¡Mamá!

-Nunca me olvides.

-No te vayas, mamá.

-Te amo, hija. Eres mi más grande orgullo.

-Quedate.

Lágrimas empezaron a caer por mi rostro, ella me sonrió con ternura, se llevó sus dedos a sus labios y me mandó un beso. Mi madre me dio la espalda, empecé a caminar para acercarme a ella, abrió por completo la puerta y una luz blanca me cegó por completo.

No... ¡Mamá!

-¡Melanie!

Mamá...

-¡Despierta!

Quiero ir con ella...

-¡MELANIE!

-¡Vuelve!- Mis ojos se abren derrepente y veo a Jared cerca de mi. Me incorporo quedando sentada en el sofá, cubro mi rostro con mis manos y siento mis mejillas mojadas. Los brazos de Jared me rodean y me abrazan fuerte.

-¿Estás bien?

-S- Sí.

Me quito las manos de la cara y miro a Jared, él pasa sus pulgares por mis mejillas limpiándolas, deja un beso en mi frente y sus ojos examinan mi rostro. Mis ojos se vuelven a llenar de lágrimas al recordar el sueño, Jared vuelve a abrazarme y con sus manos acaricia mi espalda.

El Arte De AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora