Mi teléfono no para de vibrar. Los senos desnudos de Karin estan frente a mi rostro, y sus gemidos, uno tras otro, llenan el auto mientras llama mi nombre. Gotas de sudor comienzan a resbalar desde mi frente hasta mi cuello. El teléfono deja de vibrar, y Karin aumenta el ritmo de sus caderas. Estoy a punto de llegar al clímax. Ella busca mis labios y me besa justo cuando alcanza su propio orgasmo. La sigo segundos después.
Mi respiración es acelerada. Los vidrios de mi auto están completamente empañados. El teléfono vuelve a vibrar y, esta vez, atiendo la llamada.
—¿Dónde demonios estás y por qué no atendías mis llamadas?
Puedo oír su voz al otro lado de la línea. Está claro que está molesta. Tomo aire y respondo.
—Estaba ocupado, pero ahora ya estoy disponible. ¿En qué te puedo ayudar?
Karin empieza a reír al escuchar mi respuesta mientras busca papel higiénico.
—Eres un maldito imbécil, Uchiha. Juro que te arrepentirás.
Dicho esto, cortó la llamada y me sentí miserable.
—Baja de mi auto —susurré.
Karin me miró sin entender, e intentó acercarse para besarme.
—¡BAJA DE MI AUTO!
—Vete al diablo, Uchiha.
Karin tomó sus cosas y salió del auto. Cuando cerró la puerta, encendí el motor y me dirigí a toda velocidad a mi casa.
Me di un baño y bajé a cenar con mis padres. Como de costumbre, papá apenas cruzó palabra conmigo. Mi madre se disculpó por no poder asistir al juego debido a un problema en la nueva campaña publicitaria de su compañía. Itachi pasó prácticamente todo el tiempo mirando su celular y sonriendo ocasionalmente.
Itachi es mi hermano mayor, desde que tengo uso de razon las chicas suelen decir que es hermoso y bastante masculino, insluso parloteaban con que sin problema alguno el podria ser parte de una revista de moda. L agente suele decir que los Uchiha tenemos una apracieica perfecta, cada uno a su manera. Pero nuestra interacción familiar es una basura, y yo ya estaba acostumbrado a ello.
Después de cenar, volví a mi habitación y me recosté en mi cama, colocándome los audífonos.
Starboy sonaba mientras navegaba en mis redes sociales. Le di like a algunas fotos de Temari, la novia del estúpido de Shikamaru, y comenté los estados sin sentido de Naruto. Luego entré al perfil de Sakura.
Mierda.
Acababa de publicar una foto con el imbécil de Kiba. Parecían estar en uno de los lugares más populares para cenar alitas, pizza y beber.
Era una hipócrita. ¿Cómo se atrevía a llamarme cuando estaba cenando con ese idiota?
Ella nuevamente me estaba molestando.
Salí de su perfil y entré al de Karin. Le envié un mensaje disculpándome con una excusa inventada, y ella lo creyó. Quedamos en salir ocasionalmente para quitarnos las ganas, y después de eso me quedé dormido.
......
—Dicen por ahí que volviste a estar con Karin —comentó Naruto después de entrar a la cafetería.
—Eso no es asunto tuyo.
—Ya lo sé, pero no creo que alguien como Karin valga la pena terminar con Hinata. Karin no vale la pena.
—Ya te dije que eso no es asunto tuyo.
Pagué mi jugo y salí de la cafetería, ya que había perdido el apetito.